miércoles, 15 de junio de 2011

Cerros multicolores junto al Techo de América

Bóvedas Históricas, Uspallata
Bóvedas Históricas, Uspallata
Estuve dos días completos en Uspallata, la idea era la de dormir en el lugar para recorrer los alrededores y llegar hasta el Parque Provincial del Aconcagua y Puente del Inca. Llegué cerca del mediodía (2hs de viaje desde Mendoza ARS 22), busqué alojamiento y me alquilé una bicicleta para conocer los alrededores. Primero me fui unos 2kms para el Norte, hasta las ruta 149, donde se encuentran las Bóvedas Históricas (entrada gratuita). Estas Bóvedas datan de la época colonial, del Siglo XVII y fueron destinadas a la producción minera de hierro, plomo, oro y plata que se extraían de las minas de Villavicencio y Paramillos. Esta bóveda de fundición funcionó durante distintos períodos productivos, inicialmente para los jesuitas, luego para empresas Inglesas y Francesas hasta que quedó a cargo de la "Compañía Patriótica de Minas" desde de 1810 hasta que cerraron en 1830, cuando eran explotadas por Molina y Cía. Aunque se comenta erróneamente, las bóvedas no están vinculadas con la Campaña Libertadora. En General Don José de San Martín, no se alojó en el lugar, en su viaje a Uspallata en 1816, ya que se encontraban en ruinas. Ademas Fray Luis Beltrán no tenía instaladas sus fraguas en este sitio, sino en un lugar situado en Mendoza Capital.
Luego seguí en Bicicleta otros 5kms hasta los Petroglifos del Cerro Tunduqueral (entrada gratuita), que se supone datan del Siglo VII a X. Una vez que se accede al lugar, se puede recorrer un sendero en donde se ven sólo algunas de las las obras de arte líticas, ya que para el público están abiertos apenas unos metros del sitio arqueológico por motivos de preservación.
Cerro Siete Colores, Uspallata, Mendoza
Cerro Siete Colores, Uspallata
Terminada la parte Norte hice los 7 kilómetros de vuelta hasta Uspallata y me fui hacia el Este por Av. Las Heras, unos 10kms, hasta el Cerro Siete Colores. El camino entre las montañas multicolores es muy escénico, por una carretera de tierra en todo el momento cuesta arriba, pero con una pequeña pendiente. El cerro Siete Colores es bastante peculiar, una elevación chata que refleja diferentes tonalidades, con una especie de techo plano de rocas. Creo que temprano a las tardes tiene que ser un muy buen lugar para fotografíar, en mi caso llegué cuando el sol comenzaba a cubrilo, así que recorrí sus alrededores y me volví a Uspallata antes de que oscurezca. El regreso era muy simple, rápido y casi sin pedalear, aprovechando que era cuesta abajo.
Techo de América, Cerro Aconcagua, Mendoza, Argentina
Techo de América, Co Aconcagua
Al otro día tomé el primer bus (1 hora, ARS 14) hasta el Valle de Horcones para acceder al Parque Provincial Aconcagua. En esta época del año, el resto de las rutas se encuentran cerradas, así que es la única aproximación que se puede hacer a la montaña más alta del continente, el Cerro Aconcagua, que se ve en todo momento de fondo con sus 6962 mts de altura. Sólo se podía realizar el circuito de Laguna Horcones, que se encuentra a algo más de 2900 metros de altura y dura menos de una hora. Me permitieron ir además hasta donde comienza la Quebrada del Durazno, sin poder cruzar el puente. Entonces tranquilamente recorrí la zona, hasta el arroyo, contemplando el Techo de América de fondo, donde almorcé y después de estar un buen tiempo con la panorámica de esta montaña cautivante de fondo decidí irme. Espero tener la oportunidad de volver en el futuro y poder aproximarme más a la cima de este cerro que fascina y desafía a tantos escaladores de todo el mundo.
Fuera del Parque Provincial comencé a caminar entre la ruta y las vías del tren los 4kms que separan la entrada de Los Horcones con Puente del Inca. Otra de las clásicas postales de Argentina, un lugar único en el mundo. Se trata de una formación rocosa que conforma un puente natural que llega a suspenderse hasta 27 metros sobre el río Las Cuevas. Penden del puente estalactitas e inflorescencias cálcicas que le brindan al sitio su formas y tonalidades tan singulares. En las proximidades del puente se encuentran 5 fuentes termales, y antiguamente existía en el lugar un hotel que las explotaba, pero fue destruido en 1965 por un alud. Cuenta le leyenda, en forma resumida, que antes de la llegada de los Españoles, un jefe Inca tenía a uno de sus hijos afectado de una parálisis. Cuando no podían encontrar una cura para su mal, descubrieron al Sur aguas termales que podía sanarlo. Entonces un grupo de guerreros Incas partió junto con su jefe y el muchacho. Pero al llegar al lugar, descubrieron que las aguas curativas se encontraban al otro lado del río y no podían llegar. Dice la historia que los guerreros Incas se abrazaron los unos a los otros formando un puente humano, y así el jefe pudo pasar con su hijo en brazos sobre las espaldas de sus soldados. Al llegar al otro lado curó al pequeño y cuando se dio vuelta para agradecer a los guerreros por el favor, estos se encontraban petrificados....y de esta forma se formó este puente tan particular.
Puente del Inca, Mendoza, Argentina
Puente del Inca, Mendoza, Argentina
Ya contento con lo visto, desde Uspallata volví a Mendoza Capital, donde estuve unos días más antes de irme para Buenos Aires, concluyendo una nueva etapa del viaje.

martes, 14 de junio de 2011

Gestas libertadoras acompañadas de buenos vinos

Parque General San Martín , Mendoza, Argentina
Parque General San Martín , Mendoza, Argentina
Desde Bariloche llegué a Mendoza, venía a conocer parte de la provincia principalmente por tres motivos. Por sus lugares y paisajes, por su importancia histórica, debido a que fue el punto de partida del General San Martín al iniciar su campaña libertadora por Sudamérica, y por sus vinos, ya que es una de las mejores regiones del mundo para elaborarlo. Tenía buenas referencias de la ciudad y la verdad es que me gustó y mucho. Es muy prolija, limpia, llena de plazas, espacios verdes y calles anchas. Claro, parte de este diseño y trazado tiene su razón en que la ciudad tuvo que reconstruirse después del terremoto que la destruyó completamente en 1861.
Como ya me venía sucediendo de antemano era consciente de que no iba a poder disfrutar de todo lo que tiene para ofrecer la provincia, primero por ser temporada baja y después por no tener transporte propio. Había pocos turistas para formar grupos para actividades, sumando a que en Mayo el caudal de agua de los ríos es el más bajo, entonces para Rafting no valía la pena, con suerte podía ser para nivel 2. Y ya estando ahí, aunque tenía equipo e intenciones de llegar sólo a Plaza de mulas, me informé y no te permitían acceder en esta época del año al Aconcagua, sólo era posible entrar una horas al Parque Provincial por Los Horcones. Igualmente error mío, ya que está todo explicado en la página oficial.
Entonces decidí recorrer algo la ciudad, sus alrededores, parte de la ruta del vino e ir a hacer base unos días en Uspallata, para conocer entre otros lugares la bóvedas históricas, Puente del Inca y entrar al Parque provincial y admirar el techo de América. Pero lo que hice con base en Uspallata lo contaré en otra publicación.
Monumento al Ejército de los Andes, Mendoza
Monumento al Ejército de los Andes
Ya en la cuidad, estuve caminando por varios días por la parte central, callejeando bastante y recorriendo los alrededores de las pintorescas Plazas Independencia, San Martín, Chile, Italia y España y el Barrio Cívico. También fui en un par de oportunidades al Parque San Martín, el gran pulmón verde de la cuidad, creo que una de las paradas obligatorias para todos los turistas y por lo que se ve, de bastantes locales. En la primer visita subí al Cerro de la Gloria, cuya cima es un sitio conmemorativo al Cruce de los Andes y a la gesta libertadora del General San Martín, se puede subir tanto en vehículo como a pie, en un camino que comienza cuando se pasa la entrada al zoológico. Desde la cumbre las vistas no son tan impresionantes, pero destaca en su cima el Monumento al Ejército de los Andes, realizado por el Uruguayo Juan Manuel Ferrari e inaugurado el 12 de Febrero de 1914, para el 97º aniversario de la Batalla de Chacabuco. Además caminé en mis dos visitas al parque por el lago, pasando por el Club Mendoza de Regatas y el Museo d Ciencias Naturales.
En una de las recorridas que hice por el centro visité el Museo del Área Fundacional (ARS 8) frente a la plaza Plaza Pedro del Castillo, donde se encuentra el sitio Arqueológico de la cámara subterránea que justo estaba cerrado en restauración. El museo es interesante y muy informativo sobre la historia y la evolución de la ciudad, además está construido sobre los cimientos del antiguo Cabildo Mendocino. Una visita recomendable para unas horas. Y del otro lado de la plaza quedan las Ruinas de la iglesia de San Francisco, destruida también por el terremoto de 1861 y lugar donde se bendijo y juró por primera vez la Bandera de Los Andes. Luego de conocer los restos de la antigua cuidad volví hacia el centro pasando por la alameda Remedios de Escalada, donde se encuentra el Museo Histórico General San Martín (ARS 4, no se permiten fotografías), ubicado en parte del que era su antiguo terreno, que donó al estado para construir en este sitio la biblioteca que lleva el nombre del prócer y se encuentra contigua. Se exponen en el lugar objetos que pertenecían a San Martín y su esposa Remedios de Escalada, del Ejército Libertador, las damas mendocinas y hay otras salas dedicadas a campañas del ejército o la historia de la ciudad.
Otra de las visitas históricas que realicé fue al Campo Histórico el Plumerillo (ARS 4), donde San Martín en 1816 organizó el campo de instrucción y formó el Ejercito de los Andes, que luego liberó a Chile y Perú del yugo Español. El campo estaba integrado por cuarteles, galpones y paredones de tiro. El complejo original fue desmantelado cuando el ejercito partió a realizar el cruce de Los Andres, los objetos prestados fueron devueltos a sus dueños originales y el resto donado a las familias más humildes. El lugar, que originalmente era más extenso, se encuentra en la actualidad reducido a 4 hectáreas y con sus estancias reconstruidas respetando los materiales y las técnicas utilizadas originalmente. Se llega en colectivo desde el centro, pero no recuerdo la línea, y si es temporada baja, es mejor confirmar horarios con la oficina de turismo de Las Heras.
Otra de las actividades clásicas es ir de bodegas, y ya que no se podía entrar al Aconcagua más de un día, aproveche para ir de vinos. Entonces estuve recorriendo un par de jornadas algo de la Ruta del Vino y del Olivo y porque no decirlo de varias destilerías. Esto de debe a que las bodegas por ley no pueden ser destilerías, entonces venden el orujo a estas últimas para que puedan elaborar bebidas con mayor graduación alcohólica en sus alambiques. La Ruta del Vino se encuentra principalmente en dos barrios, Coquimbito y Maipú, y se puede llegar hasta ahí desde el centro (calles Rioja y Catamarca) en los colectivos de las líneas 10 y 6, el boleto sale ARS 1,80 y tarda alrededor de 1 hora. En cuanto a los establecimientos a visitar, hay que averiguar cuales requieren reservas previas y los recorridos habituales son bastante parecidos, en mi caso, a todos los lugares que fui lo hice en forma particular y sin previo aviso. También existe la alternativa de alquilar bicicletas para recorrer las zonas y varios circuitos que se pueden hacer según gustos, preferencias, tiempo disponible y ganas de pedalear. En mi caso hice dos visitas a la zona.
Bodega Trapiche, Coquimbito, Mendoza
Bodega Trapiche, Coquimbito, Mendoza
En Coquimbito fui primero a Bodega La Rural, una de las bodegas propiedad de Rutini, donde se produce San Felipe, que data de 1885. La visita por las instalaciones dura algo menos de una hora y como en casi todos los casos se muestra todo el proceso para la elaboración, añejamiento y embotellado del vino, incluyendo también una pequeña degustación. Luego estuve en el Club de la Oliva y A la Antigua, que funcionan en el mismo sitio y por ARS 15 ofrecen una degustación de chocolates, dulces, licores, aceite de oliva y aceitunas. La mayoría de los productos que pude probar son más que recomendables, pero resalto quizás como curiosidad que elaboran un absenta con 75º de graduación alcohólica. Terminé en la zona con Bodega Trapiche, como instalaciones para turistas fueron a mi gusto las más pintorescas que visité, con el viejo edificio de la fábrica reciclado y adaptado para recibir visitantes. La opción más económica era de ARS 25, que incluye una degustación de vinos de gama media además de la tradicional visita explicando todo el proceso de elaboración.
Antigua Bodega Giol (1896), Maipú, Mendoza
Antigua Bodega Giol (1896)
En Maipú visité inicialmente, por cuestiones de historia e importancia, la Antigua Bodega Giol (entrada ARS 10 incluye degustación), data de 1896 cuando fue fundada por Gerónimo Bautista Gargantini, de origen Suizo y Juan Giol, de origen italiano, bajo el nombre "La Colina de Oro". En la actualidad el complejo no se encuentra en actividad, pero la visita es más que interesante, ya que entre otras particularidades se puede observar un galpón con unas 200 barricas de roble (si la memoria no me falla, en el resto de los establecimientos con suerte se ven algo más de 50) y un objeto muy particular e imponente, se expone uno de los mayores toneles de roble del mundo, con capacidad para 75.000 Litros que fue construido en Nancy, Francia, para ser presentado en la exposición de agricultura del centenario (1910). Cruzando la calle visité el Museo Nacional del Vino y la Vendimia (ARS 1), el cual se encuentra en las antiguas mansiones de Giol y Gargantini, que para 1910 contaban con adelantos que eran impensados en el resto de la zona, como luz eléctrica, agua potable, etc. El museo en si funciona en lo que era la casa de Gargantini ya que el otro edificio en la actualidad no está siendo utilizado. También fui hasta Bodegas López, donde además del habitual tour contando la historia de la bodega y todo el proceso de elaboración, se incluye una degustación gratuita (entrada gratuita).
Bodega Atamisque, Tupungato, Valle del Uco
Bodega Atamisque, Tupungato
También fui en un día a visitar Tupungato (2hs), que es encuentra en el Valle de Uco, con el incomparable marco del Volcán Tupungato y el resto de las montañas del Cordón del Plata de fondo. Así que luego de pasar por información turística caminé los 5kms que separan la población del Museo Histórico Militar que se encuentra dentro del cuartel del RIM 11 de Las Heras. Pero seguía la mala suerte, cuando ingresé me hicieron ir caminando hasta la guardia y ahí después de preguntarse entre los militares, con sus fusiles FAL cruzados en el pecho, quien estaba a cargo, quien de baja, etc. Me comunicaron que al estar en práctica de tiro no había nadie a cargo del lugar, que vuelva a la tarde. Así que les agradecí y ya diciéndoles que no iba a volver por falta de tiempo me despedí. Volví a la cuidad, visité una bodega y fábrica de dulces artesanales y luego de almorzar me fui en bus hasta las cercanías del barrio San José, a la Bodega Atamisque. La Bodega es bastante peculiar, su edificio está concebido con la idea de que se mimetice con el entorno, produce medio millón de litros al año y al ser nueva está dotada con material del última generación para la producción de sus caldos. Otra de las singularidades que posee es que fue diseñada basándose en el principio de gravedad, para que durante la elaboración de los vinos no se necesite utilizar bombas. La visita suele costar ARS 40 incluyendo una degustación de caldos gama media, y me pareció que tenía bastantes particularidades con respecto a otras que he visitado.
Después de visitar Mendoza, Uspallata y sus alrededores decidí terminar una nueva etapa del viaje y volver a Buenos Aires, a ver familia, amigos y dejar la mochila por unos días, como hago siempre cuando estoy por la ciudad.