martes, 19 de enero de 2010

Desierto, la belleza del silencio

"La Belleza del Silencio", fue lo que le dijo uno de los pasajeros locales que venian en el mismo minibus publico que usamos para regresar a Zagora y con el que fui hablando gran parte del viaje, y tenia algo de razon.
Estoy parando en el "Auberge Restaurant Chez Ali", y ademas de estar a gusto y recomendar el lugar para hospedarse arregle la excursion con ellos.
Al final fuimos solo 3 turistas con otros tres guias a un grupo de dunas llamadas Erg Lahniti, en lo que es una de las puertas del desierto del Sahara, aunque lo bueno es que no son visitadas por otros grupos y estabamos solos. Si alguien viene a la zona no se les ocurra visitar las dunas de Tinfou, las vimos en el camino y sin literalmente solo para la foto.
Para llegar hicimos con nuestros guias 1 hora y media de camino en un minibus local hasta M'Hamid, donde almorzamos y salimos hasta las dunas. Ese tramo fueron dos horas, partes a camello (en realidad dromedarios) y partes a pie que lo de pasear en los animales tanto tiempo era algo aburrido.
Erg Lahniti, M'Hamid, Marruecos
Cuando llegamos a las dunas habia 3 tiendas: una para los guias y la comida, las otras para nosotros. Asi que descargamos los dromedarios que llevaban toda el agua y comida y nos fuimos a caminar por las dunas hasta el atardecer. Despues tomamos te, cenamos Tajine y seguimos al lado de un fuego entre las dunas tomando te, comiendo un pan berber que habian hecho y charlando los 6. Antes de medianoche toco dormir y me fui a mi tienda en la soledad y el silencio del desierto a descansar. Ya al otro dia nos levantamos despues del amanecer, desayunamos y emprendimos el camino de vuelta para llegar a Zagora el mediodia.
Estoy en invierno asi que la temperatura durante el dia esta bien, andara por los 27 grados (en verano puede llegar a 50) y puro sol, el tema es que a la noche bajan los termometros hasta apenas unos grados o temperaturas negativas. Aunque la tienda tenia alguna abertura use mi saco de dormir de montaña y no tuve ningun problema.
Aunque no es un excursion de dias por el medio del desierto, y solo es una toma de contacto, creo que la experiencia es buena y recomendable. Sobre todo cuando uno se sube a las dunas y se queda horas como tonto mirando las formas y los contrastes de color que ofrece ese mar de arena. Parece algo filosofico, pero mi compañero de bus estaba en lo cierto, se puede apreciar la belleza del silencio.

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