domingo, 18 de marzo de 2018

Playas y relax en la isla feliz

Pasaron los años y las situaciones cambian. Vuelvo a escribir en el blog, pero esta vez para compartir un destino y forma de viajar más común, turística y relajada.

Eagle Beach, Aruba
Eagle Beach, Aruba
Con mi mujer embarazada de 7 meses decidimos irnos de vacaciones y relax a Aruba, en Septiembre de 2017. Elegimos este lugar en el caribe, perteneciente a Holanda, por ser tranquilo, con infraestructura y que asegure que podamos disfrutar de sus playas. 

Debido a que cuenta con clima ventoso y donde prácticamente no llueve, hay buenas temperaturas todo el año. Creo que un buen ejemplo de la adaptación al clima y símbolo del lugar, es el árbol Divi, que crece en plena playa con su forma moldeada por los fuertes vientos. Me recordaba a ejemplos similares en Tierra del Fuego.
Arbol Divi en Arashi Beach, Aruba
Árbol Divi en Arashi Beach, Aruba
Otra ventaja para los segundos semestres, reside en que por su ubicación, Aruba se encuentra en una zona libre de huracanes. Coincidimos con un huracán importante en el norte del Caribe, y mientras pasaba a cientos de kilómetros, se veía como afectaba al clima sólo por la falta de vientos y porque el mar estaba algo más revuelto (y aunque pude bucear la visibilidad era menor).


Los precios son màs elevados que otros destinos, y nos alojamos en un departamento o Apart dentro de un hotel en Eagle Beach, a sólo 200 mts de un supermercado, lo que era cómodo y nos permitió disfrutar de los servicios del lugar y ahorrar en ciertas comidas.


Eagle Beach, Aruba
Eagle Beach, Aruba



Oranjestad, Aruba
Oranjestad, Aruba
La isla es pequeña, limpia, segura y la gente muy amable. Por lo que es muy fácil de recorrerla, sobre todo en la zona de playas, ya sea usando el transporte público, llamado Arubus o alquilando un vehículo. En nuestro caso, aunque teníamos las playas de Eagle Beach a metros con reposeras incluidas, fuimos recorriendo otras alternativas como Arashi, Palm Beach (donde habìa mayor oferta gastronómica y de centros comerciales) y Baby Beach. Además visitamos Oranjestad (la capital con sus shoppings, etc) y San Nicolàs (donde hay celebraciones de carnaval todos los jueves).Un tema a tener en cuenta al recorrer las diferentes playas, es que todas cuentan con palapas (sombrillas) fijas, que son públicas y gratuitas. Lo que varía, si a uno lo desea, es el servicio a pagar de sillas, reposeras o sombrillas, que en algunos casos incluyen en la tarifa los hoteles locales para sus huéspedes.



En nuestro caso, preferimos no hacer excursiones, salvo buceo (recomendable). Pero hay una gran variedad de ofertas para la parte de la isla donde no se encuentran los hoteles y playas más accesibles.
Baby Beach, Argentina
Baby Beach, Argentina




Contentos y relajados, volvimos la casa 10 días después.

Palm Beach, Aruba
Palm Beach, Aruba

miércoles, 15 de junio de 2011

Cerros multicolores junto al Techo de América

Bóvedas Históricas, Uspallata
Bóvedas Históricas, Uspallata
Estuve dos días completos en Uspallata, la idea era la de dormir en el lugar para recorrer los alrededores y llegar hasta el Parque Provincial del Aconcagua y Puente del Inca. Llegué cerca del mediodía (2hs de viaje desde Mendoza ARS 22), busqué alojamiento y me alquilé una bicicleta para conocer los alrededores. Primero me fui unos 2kms para el Norte, hasta las ruta 149, donde se encuentran las Bóvedas Históricas (entrada gratuita). Estas Bóvedas datan de la época colonial, del Siglo XVII y fueron destinadas a la producción minera de hierro, plomo, oro y plata que se extraían de las minas de Villavicencio y Paramillos. Esta bóveda de fundición funcionó durante distintos períodos productivos, inicialmente para los jesuitas, luego para empresas Inglesas y Francesas hasta que quedó a cargo de la "Compañía Patriótica de Minas" desde de 1810 hasta que cerraron en 1830, cuando eran explotadas por Molina y Cía. Aunque se comenta erróneamente, las bóvedas no están vinculadas con la Campaña Libertadora. En General Don José de San Martín, no se alojó en el lugar, en su viaje a Uspallata en 1816, ya que se encontraban en ruinas. Ademas Fray Luis Beltrán no tenía instaladas sus fraguas en este sitio, sino en un lugar situado en Mendoza Capital.
Luego seguí en Bicicleta otros 5kms hasta los Petroglifos del Cerro Tunduqueral (entrada gratuita), que se supone datan del Siglo VII a X. Una vez que se accede al lugar, se puede recorrer un sendero en donde se ven sólo algunas de las las obras de arte líticas, ya que para el público están abiertos apenas unos metros del sitio arqueológico por motivos de preservación.
Cerro Siete Colores, Uspallata, Mendoza
Cerro Siete Colores, Uspallata
Terminada la parte Norte hice los 7 kilómetros de vuelta hasta Uspallata y me fui hacia el Este por Av. Las Heras, unos 10kms, hasta el Cerro Siete Colores. El camino entre las montañas multicolores es muy escénico, por una carretera de tierra en todo el momento cuesta arriba, pero con una pequeña pendiente. El cerro Siete Colores es bastante peculiar, una elevación chata que refleja diferentes tonalidades, con una especie de techo plano de rocas. Creo que temprano a las tardes tiene que ser un muy buen lugar para fotografíar, en mi caso llegué cuando el sol comenzaba a cubrilo, así que recorrí sus alrededores y me volví a Uspallata antes de que oscurezca. El regreso era muy simple, rápido y casi sin pedalear, aprovechando que era cuesta abajo.
Techo de América, Cerro Aconcagua, Mendoza, Argentina
Techo de América, Co Aconcagua
Al otro día tomé el primer bus (1 hora, ARS 14) hasta el Valle de Horcones para acceder al Parque Provincial Aconcagua. En esta época del año, el resto de las rutas se encuentran cerradas, así que es la única aproximación que se puede hacer a la montaña más alta del continente, el Cerro Aconcagua, que se ve en todo momento de fondo con sus 6962 mts de altura. Sólo se podía realizar el circuito de Laguna Horcones, que se encuentra a algo más de 2900 metros de altura y dura menos de una hora. Me permitieron ir además hasta donde comienza la Quebrada del Durazno, sin poder cruzar el puente. Entonces tranquilamente recorrí la zona, hasta el arroyo, contemplando el Techo de América de fondo, donde almorcé y después de estar un buen tiempo con la panorámica de esta montaña cautivante de fondo decidí irme. Espero tener la oportunidad de volver en el futuro y poder aproximarme más a la cima de este cerro que fascina y desafía a tantos escaladores de todo el mundo.
Fuera del Parque Provincial comencé a caminar entre la ruta y las vías del tren los 4kms que separan la entrada de Los Horcones con Puente del Inca. Otra de las clásicas postales de Argentina, un lugar único en el mundo. Se trata de una formación rocosa que conforma un puente natural que llega a suspenderse hasta 27 metros sobre el río Las Cuevas. Penden del puente estalactitas e inflorescencias cálcicas que le brindan al sitio su formas y tonalidades tan singulares. En las proximidades del puente se encuentran 5 fuentes termales, y antiguamente existía en el lugar un hotel que las explotaba, pero fue destruido en 1965 por un alud. Cuenta le leyenda, en forma resumida, que antes de la llegada de los Españoles, un jefe Inca tenía a uno de sus hijos afectado de una parálisis. Cuando no podían encontrar una cura para su mal, descubrieron al Sur aguas termales que podía sanarlo. Entonces un grupo de guerreros Incas partió junto con su jefe y el muchacho. Pero al llegar al lugar, descubrieron que las aguas curativas se encontraban al otro lado del río y no podían llegar. Dice la historia que los guerreros Incas se abrazaron los unos a los otros formando un puente humano, y así el jefe pudo pasar con su hijo en brazos sobre las espaldas de sus soldados. Al llegar al otro lado curó al pequeño y cuando se dio vuelta para agradecer a los guerreros por el favor, estos se encontraban petrificados....y de esta forma se formó este puente tan particular.
Puente del Inca, Mendoza, Argentina
Puente del Inca, Mendoza, Argentina
Ya contento con lo visto, desde Uspallata volví a Mendoza Capital, donde estuve unos días más antes de irme para Buenos Aires, concluyendo una nueva etapa del viaje.

martes, 14 de junio de 2011

Gestas libertadoras acompañadas de buenos vinos

Parque General San Martín , Mendoza, Argentina
Parque General San Martín , Mendoza, Argentina
Desde Bariloche llegué a Mendoza, venía a conocer parte de la provincia principalmente por tres motivos. Por sus lugares y paisajes, por su importancia histórica, debido a que fue el punto de partida del General San Martín al iniciar su campaña libertadora por Sudamérica, y por sus vinos, ya que es una de las mejores regiones del mundo para elaborarlo. Tenía buenas referencias de la ciudad y la verdad es que me gustó y mucho. Es muy prolija, limpia, llena de plazas, espacios verdes y calles anchas. Claro, parte de este diseño y trazado tiene su razón en que la ciudad tuvo que reconstruirse después del terremoto que la destruyó completamente en 1861.
Como ya me venía sucediendo de antemano era consciente de que no iba a poder disfrutar de todo lo que tiene para ofrecer la provincia, primero por ser temporada baja y después por no tener transporte propio. Había pocos turistas para formar grupos para actividades, sumando a que en Mayo el caudal de agua de los ríos es el más bajo, entonces para Rafting no valía la pena, con suerte podía ser para nivel 2. Y ya estando ahí, aunque tenía equipo e intenciones de llegar sólo a Plaza de mulas, me informé y no te permitían acceder en esta época del año al Aconcagua, sólo era posible entrar una horas al Parque Provincial por Los Horcones. Igualmente error mío, ya que está todo explicado en la página oficial.
Entonces decidí recorrer algo la ciudad, sus alrededores, parte de la ruta del vino e ir a hacer base unos días en Uspallata, para conocer entre otros lugares la bóvedas históricas, Puente del Inca y entrar al Parque provincial y admirar el techo de América. Pero lo que hice con base en Uspallata lo contaré en otra publicación.
Monumento al Ejército de los Andes, Mendoza
Monumento al Ejército de los Andes
Ya en la cuidad, estuve caminando por varios días por la parte central, callejeando bastante y recorriendo los alrededores de las pintorescas Plazas Independencia, San Martín, Chile, Italia y España y el Barrio Cívico. También fui en un par de oportunidades al Parque San Martín, el gran pulmón verde de la cuidad, creo que una de las paradas obligatorias para todos los turistas y por lo que se ve, de bastantes locales. En la primer visita subí al Cerro de la Gloria, cuya cima es un sitio conmemorativo al Cruce de los Andes y a la gesta libertadora del General San Martín, se puede subir tanto en vehículo como a pie, en un camino que comienza cuando se pasa la entrada al zoológico. Desde la cumbre las vistas no son tan impresionantes, pero destaca en su cima el Monumento al Ejército de los Andes, realizado por el Uruguayo Juan Manuel Ferrari e inaugurado el 12 de Febrero de 1914, para el 97º aniversario de la Batalla de Chacabuco. Además caminé en mis dos visitas al parque por el lago, pasando por el Club Mendoza de Regatas y el Museo d Ciencias Naturales.
En una de las recorridas que hice por el centro visité el Museo del Área Fundacional (ARS 8) frente a la plaza Plaza Pedro del Castillo, donde se encuentra el sitio Arqueológico de la cámara subterránea que justo estaba cerrado en restauración. El museo es interesante y muy informativo sobre la historia y la evolución de la ciudad, además está construido sobre los cimientos del antiguo Cabildo Mendocino. Una visita recomendable para unas horas. Y del otro lado de la plaza quedan las Ruinas de la iglesia de San Francisco, destruida también por el terremoto de 1861 y lugar donde se bendijo y juró por primera vez la Bandera de Los Andes. Luego de conocer los restos de la antigua cuidad volví hacia el centro pasando por la alameda Remedios de Escalada, donde se encuentra el Museo Histórico General San Martín (ARS 4, no se permiten fotografías), ubicado en parte del que era su antiguo terreno, que donó al estado para construir en este sitio la biblioteca que lleva el nombre del prócer y se encuentra contigua. Se exponen en el lugar objetos que pertenecían a San Martín y su esposa Remedios de Escalada, del Ejército Libertador, las damas mendocinas y hay otras salas dedicadas a campañas del ejército o la historia de la ciudad.
Otra de las visitas históricas que realicé fue al Campo Histórico el Plumerillo (ARS 4), donde San Martín en 1816 organizó el campo de instrucción y formó el Ejercito de los Andes, que luego liberó a Chile y Perú del yugo Español. El campo estaba integrado por cuarteles, galpones y paredones de tiro. El complejo original fue desmantelado cuando el ejercito partió a realizar el cruce de Los Andres, los objetos prestados fueron devueltos a sus dueños originales y el resto donado a las familias más humildes. El lugar, que originalmente era más extenso, se encuentra en la actualidad reducido a 4 hectáreas y con sus estancias reconstruidas respetando los materiales y las técnicas utilizadas originalmente. Se llega en colectivo desde el centro, pero no recuerdo la línea, y si es temporada baja, es mejor confirmar horarios con la oficina de turismo de Las Heras.
Otra de las actividades clásicas es ir de bodegas, y ya que no se podía entrar al Aconcagua más de un día, aproveche para ir de vinos. Entonces estuve recorriendo un par de jornadas algo de la Ruta del Vino y del Olivo y porque no decirlo de varias destilerías. Esto de debe a que las bodegas por ley no pueden ser destilerías, entonces venden el orujo a estas últimas para que puedan elaborar bebidas con mayor graduación alcohólica en sus alambiques. La Ruta del Vino se encuentra principalmente en dos barrios, Coquimbito y Maipú, y se puede llegar hasta ahí desde el centro (calles Rioja y Catamarca) en los colectivos de las líneas 10 y 6, el boleto sale ARS 1,80 y tarda alrededor de 1 hora. En cuanto a los establecimientos a visitar, hay que averiguar cuales requieren reservas previas y los recorridos habituales son bastante parecidos, en mi caso, a todos los lugares que fui lo hice en forma particular y sin previo aviso. También existe la alternativa de alquilar bicicletas para recorrer las zonas y varios circuitos que se pueden hacer según gustos, preferencias, tiempo disponible y ganas de pedalear. En mi caso hice dos visitas a la zona.
Bodega Trapiche, Coquimbito, Mendoza
Bodega Trapiche, Coquimbito, Mendoza
En Coquimbito fui primero a Bodega La Rural, una de las bodegas propiedad de Rutini, donde se produce San Felipe, que data de 1885. La visita por las instalaciones dura algo menos de una hora y como en casi todos los casos se muestra todo el proceso para la elaboración, añejamiento y embotellado del vino, incluyendo también una pequeña degustación. Luego estuve en el Club de la Oliva y A la Antigua, que funcionan en el mismo sitio y por ARS 15 ofrecen una degustación de chocolates, dulces, licores, aceite de oliva y aceitunas. La mayoría de los productos que pude probar son más que recomendables, pero resalto quizás como curiosidad que elaboran un absenta con 75º de graduación alcohólica. Terminé en la zona con Bodega Trapiche, como instalaciones para turistas fueron a mi gusto las más pintorescas que visité, con el viejo edificio de la fábrica reciclado y adaptado para recibir visitantes. La opción más económica era de ARS 25, que incluye una degustación de vinos de gama media además de la tradicional visita explicando todo el proceso de elaboración.
Antigua Bodega Giol (1896), Maipú, Mendoza
Antigua Bodega Giol (1896)
En Maipú visité inicialmente, por cuestiones de historia e importancia, la Antigua Bodega Giol (entrada ARS 10 incluye degustación), data de 1896 cuando fue fundada por Gerónimo Bautista Gargantini, de origen Suizo y Juan Giol, de origen italiano, bajo el nombre "La Colina de Oro". En la actualidad el complejo no se encuentra en actividad, pero la visita es más que interesante, ya que entre otras particularidades se puede observar un galpón con unas 200 barricas de roble (si la memoria no me falla, en el resto de los establecimientos con suerte se ven algo más de 50) y un objeto muy particular e imponente, se expone uno de los mayores toneles de roble del mundo, con capacidad para 75.000 Litros que fue construido en Nancy, Francia, para ser presentado en la exposición de agricultura del centenario (1910). Cruzando la calle visité el Museo Nacional del Vino y la Vendimia (ARS 1), el cual se encuentra en las antiguas mansiones de Giol y Gargantini, que para 1910 contaban con adelantos que eran impensados en el resto de la zona, como luz eléctrica, agua potable, etc. El museo en si funciona en lo que era la casa de Gargantini ya que el otro edificio en la actualidad no está siendo utilizado. También fui hasta Bodegas López, donde además del habitual tour contando la historia de la bodega y todo el proceso de elaboración, se incluye una degustación gratuita (entrada gratuita).
Bodega Atamisque, Tupungato, Valle del Uco
Bodega Atamisque, Tupungato
También fui en un día a visitar Tupungato (2hs), que es encuentra en el Valle de Uco, con el incomparable marco del Volcán Tupungato y el resto de las montañas del Cordón del Plata de fondo. Así que luego de pasar por información turística caminé los 5kms que separan la población del Museo Histórico Militar que se encuentra dentro del cuartel del RIM 11 de Las Heras. Pero seguía la mala suerte, cuando ingresé me hicieron ir caminando hasta la guardia y ahí después de preguntarse entre los militares, con sus fusiles FAL cruzados en el pecho, quien estaba a cargo, quien de baja, etc. Me comunicaron que al estar en práctica de tiro no había nadie a cargo del lugar, que vuelva a la tarde. Así que les agradecí y ya diciéndoles que no iba a volver por falta de tiempo me despedí. Volví a la cuidad, visité una bodega y fábrica de dulces artesanales y luego de almorzar me fui en bus hasta las cercanías del barrio San José, a la Bodega Atamisque. La Bodega es bastante peculiar, su edificio está concebido con la idea de que se mimetice con el entorno, produce medio millón de litros al año y al ser nueva está dotada con material del última generación para la producción de sus caldos. Otra de las singularidades que posee es que fue diseñada basándose en el principio de gravedad, para que durante la elaboración de los vinos no se necesite utilizar bombas. La visita suele costar ARS 40 incluyendo una degustación de caldos gama media, y me pareció que tenía bastantes particularidades con respecto a otras que he visitado.
Después de visitar Mendoza, Uspallata y sus alrededores decidí terminar una nueva etapa del viaje y volver a Buenos Aires, a ver familia, amigos y dejar la mochila por unos días, como hago siempre cuando estoy por la ciudad.

martes, 10 de mayo de 2011

Entre Lagos, Lahuanes y Lengas multicolores

Lago Futalaufquen, P.N. Los Alerces,Argentina
 Lago Futalaufquen - P.N. Los Alerces - Argentina
Desde Pucón, previa escala en San Martín de los Andes (no hay transporte directo) llegué a Bariloche. Es la tercera vez que visitaba la cuidad, y el motivo principal además de seguir conociendo la zona era la de visitar a unos amigos que viven ahí hace años.
Así que apenas llegué a la terminal, me fueron a buscar y fui para su casa. Estuve en Bariloche casi tres semanas y además de compartir momentos con mis amigos y su familia, ponernos al día y disfrutar entre otras delicias de los chocolates típicos del lugar recorrí, bastante la zona, pero lo contaré en tres secciones dentro de esta publicación: "Bariloche y Alrededores", "Villa La Angostura y Siete Lagos" y "Parque Nacional Los Alerces" incluyendo lugares al Sur de Bariloche.

Bariloche y Alrededores:
En Bariloche en sí, ya conocía algo de las atracciones principales, entonces repetí algunas de ellas, además de visitar nuevos destinos. Iba con la idea de hacer varios trekkings, pero como ya sabía de antemano no era la mejor época del año. Entonces luego de consultarlo con la gente del Club Andino, me tuve que quitar de la cabeza el recorrido principal que tenía en mente, que era desde Pampa Linda, hacer el Paso de las Nubes, saliendo por Puerto Blest. Pero me tuve que conformar con otras rutas y finalmente terminé haciendo senderos cortos, como mucho de un día.
Llegué unos días antes de semana santa, y justo comenzaron los días fríos, con algunas heladas a las noches, pequeñas nevadas en las cumbres y para el Jueves santo hubo nieve hasta en la base del cerro Catedral, donde eramos varios los turistas disfrutando del evento, sobre todo los Brasileros.
Laguna Negra, Bariloche, Argentina
Trekking a Laguna Negra - Bariloche
Como decía antes me tuve que conformar con caminatas de un día, ya conocía el Refugio Frey y Laguna Toncek (recomendable) de otra visita hace unos años. Así que un día decidí irme hasta Laguna Negra. Para poder llegar hasta este espejo de agua, se ingresa desde Colonia Suiza, hasta donde hay buses (aunque a la ida me llevó mi amigo Javier en auto) y el recorrido son unos 14kms. El sendero es bastante agradable por bosque siguiendo un arroyo y hasta la parte final es muy sencillo de hacer. Serán unos 11 kilómetros hasta que se complica y hay que comenzar a subir el último tramo para llegar a la laguna. Las vistas de la Laguna son buenas y cuenta con un refugio en la orilla, donde se puede comer o pernoctar, además es posible acampar en el lugar y seguir en otra jornada hasta el refugio López. Pero como conté había mucha nieve, así que ya sabía de antemano que no se podía ir, entonces ya iba más liviano con la mochila pequeña. Volví y fui a la colonia, donde me di una vuelta y en una casa Suiza terminé tomando un té con una torta mientras hacía tiempo para que pasara el colectivo (que costaba alrededor de ARS 6, si no me falla la memoria).
Vista desde el Cerro Campanario, Bariloche
Desde el Cerro Campanario - Bariloche
Después con Javier hicimos dos subidas simples y más que turísticas con Javier, un día fuimos hasta el Cerro Otto (1400mts), la caminata son alrededor de dos horas, se pasa por un refugio, un pequeño centro de esquí y si uno quiere puede pagar el acceso se termina en la confitería. Las panorámicas son buenas, con el Lago Nahuel Huapi de frente. La otra subida fue al Cerro Campanario (1050mts), la picada comienza a la derecha de las aerosillas o elevaciones (medio que utiliza para subir casi todo el mundo), atravesando un bosque. Es mucho más corta, se hace en unos minutos, pero también más dura, ya que es muy empinada. Pero después de sudar unos minutos la recompensa es para mi, sin dudas, la mejor vista de Bariloche y creo que una de las mejores de la Patagonia. Una panorámica a 360º, desde donde se pueden apreciar entre otras maravillas, todo el Nahuel Huapi, la ciudad de Bariloche, parte de la Cordillera con los cerros Catedral y López entre otros, Circuito Chico, etc.
Villa Tacul, Bariloche, Patagonia
Villa Tacul - Bariloche - Patagonia
Otro día fuimos a Villa Tacul, una de las perlas ocultas del conocido circuito chico, realmente una parada más que recomendable, de las mejores playas que vi sobre el Nahuel Huapi. Se encuentra en la punta Noroeste de Parque Municipal Llao-Llao, pasando el hotel homónimo y Puerto Pañuelo. Tiene un acceso para vehículos y otro que es una senda , y se ingresa por un bosque nativo, que da a unas pequeñas playitas, con aguas azuladas que son alucinantes. Eramos los únicos en Tacul, sólo se escuchaban los pájaros y las pequeñas olas al romper en la orilla o contra las rocas. Desde la altura de las piedras se veía el fondo nítido a través del agua cristalina azulada, daban ganas de zambullirse, pero estaba fresco y el agua gélida, así que mejor nos conformamos con quedarnos disfrutando de este paisaje encantador y la tranquilidad del lugar.
Justo estuve ahí también para el 3 de Mayo, que es el aniversario de la ciudad, entonces estuve presenciando el tradicional desfile de todas sus instituciones y a la noche un show de acrobacias, luces y sonido finalizando con un espectáculo de fuegos artificiales.

Villa La Angostura y Siete Lagos:
Desde Bariloche a Villa la Angostura hay dos horas de viaje (ARS 22), por lo que fui a este destino dos veces. Como siempre 7 kms antes de llegar se pasa por Puerto Manzano, y aunque no bajé, las panorámicas que ya se divisan desde el bus son más que buenas. La primera vez que fui, como llegué cerca del mediodía, aproveché para recorrer la villa y me fui caminando hasta el Lago Correntoso. Se llega caminando unos 3,5kms por la Av. Siete Lagos, justo antes de llegar se baja por una calle de tierra, para bordear el río correntoso hasta el lago del mismo nombre, hay un puente viejo de madera y se sigue el camino bordeando el lago, hasta una playa muy agradable con confitería, cafeterías, etc. Estuve un buen rato en el lugar para luego retornar y salir a la desembocadura del correntoso en el Nahuel Huapi, que con sus muelles que ofrece muy buenas vistas del lago con las islas Menendez y Piojito de Fondo. Para completar la jornada corté camino por el primer barrio que crucé y me fui hacia el Mirador Belvedere y la Cascada Inacayal. Para acceder a ambos lugares se puede ir en coche hasta una tranquera y después hay que caminar si mal no recuerdo alrededor de una hora, las vistas desde el mirador no están mal pero lo que más me desilusionó, comparándola con otras fue la cascada. Por lo que una vez recorrida la zona salí por Plaza de las Colectividades para volver a la terminal.
Bosque de Arrayanes, Villa La Angostura, Patagonia
Bosque de Arrayanes - Villa La Angostura
Mi segunda visita fue par ir a recorrer el Parque Nacional Los Arrayanes, que se encuentra en la Península de Quetrihue y cuyo acceso está a 4kms de la terminal. Una vez que se accede al Parque y al istmo de Quetrihue (no cobraban entrada por ser temporada baja) hay que caminar (o recorrer en bicicleta) unos 12kms hasta llegar al Bosque de Arrayanes. El sendero representa un buen paseo por las vistas que ofrece y la vegetación que lo rodea, está muy bien señalizado y en caso de que alguien no lo quisiera hacer, se puede acceder y/o volver del bosque en barco. Pero lo mejor viene al final, después de recorrer los doce mil metros, se llega al famoso bosque de Arrayanes, y por las pasarelas del lugar se puede disfrutar de estos árboles añejos tan particulares, que con su color canela tiñen todo el entorno. Había estado en el lugar hace casi 15 años, con nieve y sinceramente no recordaba lo singular que era. Es cierto que se ven bastantes arrayanes en la Patagonia tanto de lado Argentino como Chileno, pero en ningún lugar se pueden apreciar especies de tanta edad y tamaño, que imponen sus singulares tonalidades al ser la especie predominante en el lugar. Resumiendo, este Bosque de Arrayanes es único, por lo que a mi entender es una de las visitas obligadas si uno se encuentra por la zona. El lugar es una muy buena alternativa para ir a pasar el día ya sea llegando al lugar caminando, en bicicleta o embarcación. Como comentaba antes el lugar es único y además alrededor de las pasarelas hay infraestructuras con servicios (baños, confiterías, guardaparques, etc). Lo único a tener en cuenta, es que por seguridad, no dejan acceder a la senda a partir de las 13hs.
De otras oportunidades ya conocía parte del área de Siete Lagos, igualmente está vez volví a pasar por San Martín y Junín de los Andes, ambos destinos muy pintorescos y recomendables (sobre todo San Martín), además de ser un buen punto de acceso para el P.N. Lanín.

Parque Nacional Los Alerces y al Sur:
Fui en dos oportunidades hacia el sur de Bariloche, la primera a pasar el día al Bolsón, como lo cuento al final de la sección. La segunda vez fuimos en auto con mis amigos a conocer principalmente, la que a mi gusto la mejor reserva de la zona, el Parque Nacional Los Alerces.
De camino pasamos por El Bolsón, El Hoyo y Cholila, justo antes de llegar a esta última población a la derecha de la ruta se puede apreciar lo que queda de la vivienda donde habitaron hace tiempo Butch Cassidy y Sundance Kid. Unos kilómetros después de Cholila ya se ingresa por la Parte Norte del P.N. Los Alerces. En la entrada paramos con el coche, hablamos con los guardaparques que nos dieron explicaciones y mapas de la zona. Como eramos tres pero íbamos con Agus, de 7 años, entonces sabíamos que sólo podíamos hacer recorridos cortos.
Lago Rivadavia, P.N. Los Alerces
 Lago Rivadavia - P.N. Los Alerces
El P.N. Los Alerces tiene el perfil de Selva Valdiviana, esa es la razón por la cual tiene una vegetación más frondosa, y recibe un promedio de 4000 milímetros de precipitaciones anuales. La especie emblemática de la zona es el Alerce o Lahúan (como lo llamaban originalmente los Mapuches ), tipo de árbol que necesita de abundante agua para sobrevivir y que casi fue exterminado, por eso se protegió la zona, que tiene ejemplares de más de 2000 años.
Seguimos nuestro recorrido rumbo Sur, bordeando el Lago Rivadavia y ya los paisajes eran increíbles, como decía antes, de lo mejor que vi en la zona. Sobre todo porque las montañas, estaban coronadas de nieve, pero tenían una franja intermedia de vegetación ocre o rojiza, formada por Lengas, que luego daban lugar al espeso bosque verde. Las Lengas en esta zona se encuentran a más altura y en otoño adquieren esa tonalidad rojiza. Además este tipo de árboles con sus hojas y los suelos que conforman son los reguladores naturales del agua, ya que van conteniendo el deshielo y administran en forma dosificada líquidos para el resto del bosque y finalmente ríos y lagos.
Seguimos avanzando hasta llegar al final del Rivadavia, donde paramos a sus orillas a almorzar, los paisajes seguían siendo majestuosos, por lo que no podía haber un entorno mejor. Después de comer continuamos descendiendo y atravesamos el Lago Verde hasta llegar al camino conocido como "Lahúan Solitario". Este recorrido es fácil de hacer, serán el total alrededor de 5kms, y los paisajes siguen siendo increíbles. Primero se cruza el río Arrayanes por un pequeño puente colgante, luego de va bordeando el río Menéndez con su rápidos de aguas azules y haciendo un pequeño ascenso por el bosque, donde ya se comienzan a distinguir entre otras especies algunos Alerces. De esta forma transcurre el camino hasta llegar al Lahuan Solitario, un imponente Alerce de 300 años unos metros antes de Puerto Chucao, desde donde parten las excursiones hacia el Alerce Abuelo, de alrededor de 2600 años de antigüedad, pero que no se estaban realizando por ser temporada baja. Después de estar un rato en el puerto seguimos hasta una playas continuas desde donde se podía ver el Cerro y Glaciar Torrecillas de fondo. Continuamos haciendo una especie de círculo saliendo nuevamente al Lago Verde, para volver a cruzar el puente colgante antes de regresar al estacionamiento. Ya estaba atardeciendo, por lo que decidimos ir a dormir a Esquel para volver al día siguiente.
Té Galés en Trevelin, Chubut
Té Galés en Trevelin - Chubut - Argentina
El segundo día nos levantamos y fuimos a hacer Laguna Escondida, el sendero es de unos 7kms y no lo terminamos, era muy empinado para Agus, entonces descansamos en un punto con unas vistas excelentes con el Lago Menéndez y el Glaciar Torrecillas de fondo. Después volvimos hasta la ruta, para ir hasta la otra orilla del lago Futalaufquen, a Puerto Limonao. Ahí estuvimos unas cuantas horas, disfrutando de los últimos momentos en el parque, que nos deleito no sólo por sus maravillas sino porque además el clima fue perfecto, soleado sin una sola nube. Para rematar la jornada salimos por Trevelin, fuimos a esta antigua población fundada por Galeses, para degustar una de sus casas tradicionales, sus famosos Tés. Es todo un deleite para el paladar, sin querer faltar el respeto el té Galés o café es lo de menos, pero la cantidad y la calidad de panes, dulces, tartas y postres con los que viene (todo sale ARS 50 por persona) lo dejan a uno más que satisfecho y sin ganas de comer nada más por unas horas, por lo que se puede reemplazar tranquilamente por la cena. Entonces con el estómago contento nos separamos, yo tuve que quedarme en Esquel un día más, para intentar recuperar al día siguiente la tarjeta que me había retenido un cajero automático a la mañana (y era domingo). Y mis amigos volvieron a Bariloche, que el Lunes tenían cosas que hacer.
Sólo escribo estas líneas como consejo, ya que mi idea inicial era la de recorrer el parque con la mochila acampando. Por lo que vi, creo que la parte norte es complicada ya que todo se encuentra alrededor de la ruta. Pero sin vehículo propio se puede comenzar en los alrededores de Villa Futalaufquen, es si no me equivoco hasta donde llega el autobús, y se puede utilizar esta zona como base o punto de partida para diferentes sendas, ya que hay servicios, algunas provisiones y varios campings.
Ya en Esquel, al otro día caminé hasta la Laguna de La Zeta, que está a unos 5kms del centro y el paseo no está mal para estirar las piernas y hacer tiempo como era mi caso. Otra actividad que tenía en mente y no pude hacer fue subir al famoso tren La Trochita, pero había descarrilado unos días atrás y lo estaban reparando. Y el que sale de El Maitén no funcionaba por ser temporada baja.
Bosque Tallado, Cerro Piltriquitron, El Bolsón
Bosque Tallado - Co Piltriquitron
También fui a pasar un día a El Bolsón. La verdad es que por mis gustos no me atraía demasiado el destino, pero quería conocerlo. Así que me tomé el primer bus de la mañana (2 hs, ARS 23 por Trayecto) y apenas llegué me fui a la oficina de turismo a confirmar lo que tenía en mente. De las tres caminatas más conocidas, Río Azul, Cabeza de Indio y el Cerro Piltriquitron, iba con la idea de hacer la última, y me dijeron que era lo más aconsejable, entonces partí hacia la subida previa escala en un supermercado para comprar algo de comida. El cerro Piltriquitron (2260mts) 14kms, 1100 mts de desnivel se sube tranquilamente en dos o tres horas hasta la plataforma para Parapentes, desdé ahí hay buenas vistas de la comarca, donde destacan el Río Azul y los Álamos amarillentos. Desde la plataforma (hasta donde se puede acceder en vehículo) se sigue ascendiendo por la senda primero hasta el Bosque Tallado (ARS15) y finalizando en el refugio Piltriquitron. Sinceramente puede ser un buen paseo para un día, no fui a granjas orgánicas, ni en día de feria artesanal ya que no me atraen esas cosas, pero la verdad es que El Bolsón no me llamó mucho la atención. Todo va en gustos, pero de acuerdo al mío, de lo que conozco, creo que es el destino más obviable de la zona.
Ya después de casi tres semanas, decidí seguir camino y me fui directo para Mendoza (ARS 430, 17hs).

viernes, 15 de abril de 2011

Cráter del Villarica y entre Araucarias Milenarias

Volcán Villarica desde Pucón, Chile
Volcán Villarica desde Pucón, Chile
Desde Puerto Montt llegué a Pucón, como contaba en el post anterior, el pronóstico del tiempo para los próximos días era bueno, así que quería aprovechar y recorrer la zona. Pero el objetivo principal era el de subir el Volcán Villarica, aunque en esta oportunidad tenía que ir si o si por agencia. No es realmente técnico, pero hay una parte de hielo y es obligatorio el uso de crampones y piolets, así que sumando a que no hay transporte público a ese Parque Nacional, no me dejaba muchas opciones. Recorrí varias compañías y me terminé decantando por una que me cobraba CLP 34000 (todo incluido menos comida), pero íbamos en un grupo de 5 con dos guías. Entonces como era media tarde y el sol seguía brillando intensamente me fui a dar una vuelta por la cuidad, llegando hasta la Playa Grande primero, donde estuve un buen rato relajado y luego seguí hasta La Poza, de donde hay una vista muy buena con el volcán de fondo.
Cima y cráter del Volcán Villarica, Pucón, Chile
Cráter del volcán Villarica
Entonces al otro día a las 7 de la mañana partimos hacía el Volcán Villarica (2847 mts), íbamos en la camioneta los dos guías, una chica Brasilera, un Holandés, dos Alemanes y yo. Llegamos hasta la base de unas aerosillas y comenzamos a andar. Está la opción de tomar esa elevación para ahorrar una hora de caminata (por CLP 5000), y yo no era muy partidario de hacerlo, pero por el fuerte viento no funcionaban. Así que comenzamos a ascender cuando el viento se fue intensificando, iba a ser durante la subida algo molesto, ya que por momentos te podía llegar a desestabilizar, además de tirarte en la cara polvo y arena volcánica. Por suerte todo el grupo tenía buen ritmo así que fuimos ascendiendo haciendo un par de paredes cortas, las primeras tres horas por tierra y arena volcánica hasta llegar a la capa de hielo o nieve compactada, ahí nos pusimos crampones, sacamos el piolet de marcha y a seguir avanzando por alrededor de hora y media. Ya cerca de la cumbre se termina el hielo por lo que hay hay que volver a guardar todo el equipo y hacer los últimos minutos de subida sobre roca y arena volcánica. El viento seguía siendo fuerte y nos tiraba de frente todo el gas y vapor que emana del cráter del volcán, que aunque no es completamente tóxico molestaba bastante en ojos y garganta. Entonces buscamos refugio del viento a un costado y almorzamos al lado del hoyo del cráter, disfrutando del entorno y las vistas, a 2847 metros de altura, algo que no se hace todos los días y menos con un volcán con algo de actividad, que emana mayormente vapor de agua mezclado con azufre. Aunque por el viento la visibilidad no era la mejor, los paisajes que ofrece durante la subida y desde la cima son impresionantes, desde la altura se llegan a ver, entre otros volcanes y cerros famosos, el Lanín, Llaima, Tronador, Osorno e innumerables picos. Entonces estuve un buen rato sacando fotos, y después de alrededor de una hora en la cumbre tocó hacer la bajada. La forma de descender es muy rápida, ya que todas las agencias hacen lo mismo, la parte sobre hielo se hace por otro camino, deslizándose sentado sobre la nieve, con una variedad de los famosos culipatines. Entonces lo que se tarda algo más de 4 horas en subir, se baja en alrededor de 60 minutos. La verdad es que la excursión es más que turística, llegan a hacer el ascenso unas 100 personas por día, pero la experiencia es muy buena, los paisajes excelentes y no todos los días se puede subir un volcán, y como decía antes, menos a uno con cierta actividad, que sigue emanando gases por su cráter.
Otra jornada la dediqué a una algo de caminata y visitas tranquilas, entonces me tomé el bus hasta el Lago Caburgua (CLP 700), donde estuve caminado y conociendo las Playas Negra y Blanca. De las dos, la mejor es la segunda, que está un poco más alejada de la parada de bus y es más tranquila. Como todos los lagos de la región, ofrece unos paisajes muy buenos y como casi no había gente era un buen lugar para tomar sol o relajarse, en mi caso almorcé tranquilo, dí unas vueltas y decidí seguir camino. Volví a tomar el bus rumbo a Pucón pero me bajé a los 5kms en el Cristo (CLP 500) y de ahí caminé por una calle de ripio primero hasta el Salto Bellavista para el que hay que desviarse algo más de un 1km. Sinceramente fui porque lo tenía en un mapa turístico y aproveché porque estaba en la zona, pero todos estos lugares están en propiedades privadas, por lo que te cobran por el acceso. Está bien para ir a pasar el día de picnic o quizás para acampar, pero en mi caso que iba por un rato, no se justificaba caminar y pagar CLP 300 por cada parada, entonces sin saber esto (me enteré después) entre a Bellavista y saqué un par de fotos para irme. Es una pequeña poza con dos caídas de agua de algo más de un metro. Entonces seguí camino, y al pasar por donde estaban los Saltos Los Copihues y cuando ahí me enteré que eran todos pagos decidí obviarlo y seguir directamente hasta los Ojos del Caburgua, que era lo que iba a ver en la zona. No es por ir de sobrado, pero ya llevo más de tres meses viendo paisajes patagónicos de cordillera y sinceramente ya pude apreciar bastantes saltos como para andar pagando por estar unos minutos en un lugar, ver una caída pequeña de agua y sacar una o dos fotografías. Entonces llegué a los Ojos del Caburgua, pagué los CLP 300 de entrada y en este caso si creo que valía la pena. Primero para contribuir para mantener las pasarelas, de las que había varios metros, después porque el lugar estaba muy prolijo y preparado para ir a pasar el día o acampar y por supuesto porque los ojos no están nada mal. Es una especie de poza celeste, donde desagotan de un lado tres saltos de más de 3 metros de altura y del otro una especie de cascada de un metro de altura con pequeños saltos a un costado. Además al final del sendero se llegá hasta la laguna azul, un pequeño estanque de agua de ese color. Con esta visita di por concluido el día, volví al cristo y retorné a la cuidad (CLP 700).
Araucarias milenarias, P.N. Huerquehue, Pucón
Araucarias, P.N. Huerquehue
Estuve también en el Parque Nacional Huerquehue, para ir me tomé el primer bus a las 8:30 (CLP 3400 ida y vuelta). El nombre del parque significa "Lugar de Mensajeros" en Mapuche y es un sitio muy bueno para ir a pasar uno o más días acampando en su interior. En mi caso fui sólo por unas horas y me alcanzó para deslumbrarme. Lo que recorrí fue la totalidad de los senderos Ñirrico y Los Lagos, unos 19 kms. El sendero Ñirrico es un camino explicativo que bordea el Lago Tinquilco y conecta con el segundo camino, que hace una especie de círculo, como su nombre lo indica bordeando varios lagos y atravesando un bosque que es espectacular, de lo mejor que he visto por el momento. A los largo de los caminos había varios coliguales, con muchas de sus cañas secas, ya que los coligues en esta zona cada 10 o 15 años mueren para dejar sus semillas y reproducirse, y justo era la época y lo que sucede es que ante tanta comida los roedores proliferan con velocidad e invaden la zona, por lo que crucé unos cuantos ratones en todo el recorrido. Terminado el sendero Ñirrico, se atraviesa una zona fuera del Parque Nacional, para volver de entrar luego de un tramo de casas, por el comienzo del camino de los lagos. Se comienza a ascender y además de algunos miradores se pasa inicialmente por la Cascada Nido de Águila y el Salto Trufulco, dos buenas paradas. Ya siguiendo con el camino se atraviesan unos puentes y se llega inicialmente al Lago Chico, la pena fue que en este sector, como en los miradores anteriores, hubo nubes bajas durante todo el día y no se veía a más de unos metros, así que elegí recorrer la especie de circulo que forma el circuito de izquierda a derecha. Entonces me fui hacia la Laguna Toro, que por suerte estaba despejada con muy buena visibilidad. Hice unas paradas para disfrutar del espejo de agua y seguí por el camino bordeándolo hasta el norte, y ya a esta altura se comienzan a ver araucarias de mayor porte que sobresalen del resto de la vegetación, junto con los líquenes conocidos como barba de viejo, que sólo crecen en lugares donde el aire es completamente puro. Al terminar de recorrer la costa Oeste de la laguna comencé a adentrarme en lo mejor que vi del parque, un bosque gigante de Araucarias milenarias, algunas de ellas con alrededor de 2000 años. Era más que impresionante ver a esos mastodontes, con sus cortezas cubiertas de líquenes, al menos a mi me llamaron mucho la atención. Por lo que recorrí el bosque por un buen rato, pasé por la Laguna Huerquehue, luego de cruzar una araña pollito que iba muy tranquila por el camino vi la Laguna Los Patos, para bordear finalmente los Lagos Verde y Chico, pero en el caso de estos últimos la niebla seguía cubriéndolos, entonces lamentablemente se veía poco. Ya era la tarde, y decidí terminar el recorrido, volviendo por el camino hasta la entrada del parque, para retornar a Pucón en el bus de las 17hs.
Termas Los Pozones, Pucón, Chile
Termas Los Pozones
El último día fue de relax, me fui para las Termas de Los Pozones (entrada durante el día CLP 4000, a la noche 5000), me tomé el bus de las 10:30 (CLP 1400 por tramo) y llegué 50 minutos después. Lo pregunté en turismo y a más gente, y había dos cuestiones que no me habían comentado y hay que tener en cuenta de este lugar. La primera es que al mediodía el nivel de agua de las piletas es el más bajo, ya que la recambian, entonces cuando llegué sólo se podían usar 2 pozas. La segunda cuestión es que con la entrada supuestamente uno se puede quedar sólo 3 horas, más que suficiente para mi gusto, pero no es para ir a pasar el día como dicen por ahí. Aunque refiriéndonos al sitio la verdad es que está muy bien, contra el río, en una de sus orillas hay unas 7 pequeñas piscinas hechas en roca que se van llenando con aguas termales. Además en el complejo hay baños, lugares para cambiarse, lockers (pero es mejor llevar candado propio), mesas para picnic, bancos y sillas. Así que como éramos al principio sólo 5 personas en el lugar, nos quedamos charlando en una de las pozas entre entradas y salidas de las aguas termales, duchas de contraste y algunos descansos. Luego de más de dos horas se estaba por cumplir el plazo, entonces decidimos volver en el bus de las 14.30. Como decía antes, la visita está más que bien, pero creo que sería mejor ir más tarde, para poder disfrutar de todas las piletas del lugar que tendrían que tener más profundidad.
Al otro día a la mañana dejé Chile para volver a Argentina, pero con destino Bariloche, vía San Martín de los Andes

domingo, 10 de abril de 2011

Montt, Volcán Osorno y alrededores

Desde Chiloé volví a Puerto Montt pero esta vez para quedarme y recorrerlo, conseguí alojamiento en el centro y comencé a conocer la ciudad.
Volcán Osorno desde Frutillar
Volcán Osorno desde Frutillar, Chile
Puerto Montt es bastante grande y tienen varios negocios y shoppings, así que aproveché después de unos meses para hacer algo de vida de ciudad, meterme en los centros comerciales e ir al cine después de unos meses, pero el ataque de urbanismo se me pasó en un día y comencé a recorrer la cuidad y sus alrededores. Además aproveché que hay varias tiendas que venden artículos de montaña para invertir en una carpa / tienda nueva. La que tengo es una especie de vivac o refugio, muy liviano y pequeño pero que condensa mucho con lluvia o frío, entonces como se viene el invierno, y para evitar pasarla mal en algunas acampadas (como ya me ocurrió), me compré una carpa de alta montaña para 2 personas.
En toda esta zona de Chile, algunas de sus ciudades y poblaciones, fueron fundadas o simplemente el lugar de asentamiento de inmigrantes Alemanes, que llegaron desde mediados del Siglo XIX (desde 1845). En la actualidad la influencia de la comunidad se puede apreciar en la arquitectura de la zona, en algunas instituciones (como los bomberos) y en muchas de sus costumbres y tradiciones. A nivel turístico además de las construcciones se ven frecuentemente los clubes alemanes de cada población y por sobre todo casas de repostería, con sus espectaculares Kuchen y Strudels entre otras delicias.
Fui un par de veces caminando desde el centro a Angelmó, es un paseo agradable, está a unos minutos del centro por la costa, y antes de llegar a esta caleta de pescadores hay varios puestos de artesanías muy pintorescos, en madera y con sus techos multicolores. Ya en el puerto hay un mercado y muchos puestos de comida. Angelmó es una escapada típica para comprar recuerdos, quesos y por supuesto adquirir o ir a almorzar pescados y mariscos frescos. Yo en mi caso fui dos veces, ya que para almorzar en el lugar no es caro y la comida es excelente.
Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús,  Puerto Varas
Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús,  P. Varas
Un día me fui hasta Puerto Varas, queda sólo a 20 minutos en bus (CLP 700) y es un escapada más que agradable, una especie de pequeño Bariloche o lugar similar. Muy prolijo, con construcciones en madera a orillas del Lago Llanquihue y con los Volcanes Osorno y Calbuco de fondo, aunque estos últimos no los vi porque estaba todo nublado. Así que comí algo, visité la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, que es famosa por su arquitectura singular con influencia Alemana, y luego di varias vueltas, primero por el centro, luego fui hasta el Cerro y Parque Philippe, que tiene un pequeño bosque con senderos, para después ir bajando por la costa hasta la otra punta de la cuidad. La idea original era la de irme para Frutillar desde este punto, pero como el tiempo estaba malo decidí aprovechar el resto de la jornada día para definir lo de la carpa e ir al día siguiente con la esperanza de que el clima mejore.
Al otro día almorcé unas empandas de locos y mariscos en Angelmó, y como tenía planeado, me fui para Frutillar (CLP 2100, 1 hora). Esta pequeña y pintoresca villa también está a orillas del Llanquihue, con los Volcanes Osorno y Calbuco de fondo. Por suerte el día estaba algo mejor y pude ver el primero de los volcanes, el Osorno, con su cono casi perfecto y nevado ofrece una panorámica excelente. Caminé algo por la costa y visité inicialmente al Museo Colonial Alemán de Frutillar (CLP 2000), que en sus jardines tiene varias construcciones tradicionales y mucha información acerca de la historia y costumbres de los Germanos llegados a la zona ya hace más de un siglo. Luego seguí caminando por la costanera hasta el Multicolor Teatro del Lago, toda una postal. Y para rematar el día, merienda con un buen Kuchen pero con un toque autóctono, ya que era la época del fruto local y lo pedí de murta. Entonces con el estómago contento me volví a Montt.
Cima del Volcán Osorno, Chile
Cima del Volcán Osorno, Chile
Había conocido a uno de los chicos del Refugio del Volcán Osorno (Teski) en Caleta Tortel, así que había quedado con Germán en visitarlo para reencontrarnos, conocer el lugar y poder recorrer algunos puntos cercanos a la cima. Además por las nubes me había quedado con ganas de ver mejor el Volcán. Así que luego de viajar a Puerto Varas, me tomé un bus a Ensenada y al llegar me vino a buscar y subimos al refugio. El primer día la visibilidad no era buena así que nos quedamos charlando tranquilos y en mi caso aprovechando que tienen Wifi para ponerme al día con algunas cosas que tenía pendientes en internet. Ya al segundo día el clima mejoró y la verdad es que las panorámicas que hay son increíbles. El Teski, está a una altura de 1000 metros y ofrecía la vista de un mar de nubes (que en realidad cubrían el Lago Llanquihue) con el Calbuco de fondo. Desayuné con esa vista de lujo y nos fuimos a hacer un trekking para acercarnos a la cima, yo para conocerla y Germán para ver el estado en que estaba en caso de que tuviera que escalarla. Resulta que para coronar el volcán estaba complicado en esta época del año, ya que el poco hielo que quedaba estaba demasiado compactado y duro, pero por suerte no era a lo que iba yo. Es cierto lo que dicen, que la cumbre, completamente blanca, contrastando contra el azul del cielo y el negro del suelo provoca una atracción especial. Hay historias y leyendas creadas alrededor de montañistas y sobre todo gente que salió a caminar por la zona y nunca volvió a ser vista (el más famoso fue un Holandés), aunque no se sabe que sucedió con ellos, se supone que en la caminata que iban a dar comenzaron a ascender rumbo a este imán blanco, se perdieron y de ahí en más no se supo nada. Pero en nuestro caso por suerte no hubo problemas, estuvimos más de 4 horas caminando por arena volcánica y el lugar y los paisajes son realmente muy buenos. Vistas en la altura, con varias montañas y volcanes famosos a la vista, cielo completamente celeste y sobre un piso de arena volcánica completamente negro y que por tramos tenía partes rojizas. En todo momento nos mantuvimos a la izquierda del centro de esquí, lo superamos en altura y llegamos hasta donde comienza el hielo, a 2000 metros.... así que puedo decir que me faltaron 650 para subirlo :). Desde ese punto, a la distancia se podía apreciar bien el camino a la cumbre y las grietas del glaciar, algunas con más de 40 metros de profundidad. Bajamos a media tarde a almorzar y ya antes de que oscurezca me fui solo hasta un mirador sobre un cráter rojizo, de los tantos que hay en la zona, esta vez del otro lado de la estación de esquí. Las vistas seguían siendo maravillosas, pero en esta oportunidad se dejaba ver el Cerro Tronador detrás y por supuesto el volcán Calbuco en frente. Con este marco maravilloso empezó a atardecer, así que comencé a desandar el camino, rumbo al Teski mientras el sol se escondía detrás del manto de nubes blancas y cambiaba las tonalidades del cielo, de azul a amarillo, naranja para despedirse con un rojo intenso. Cenamos en el refugio, y al otro día luego de desayunar me bajaron hasta Ensenada, donde me despedí, agradecí y me tomé los colectivos de vuelta a Puerto Montt.
Hice noche en Puerto Montt y al otro día a la mañana me fui para Pucón, el pronóstico del tiempo para los próximos días era bueno, entonces quería aprovechar para conocer la zona y subir el volcán Villarica.

martes, 5 de abril de 2011

Chiloé, singular y similar

Desde Chaitén, pasando brevemente por Puerto Montt, me fui para Chiloé, más precisamente para la ciudad de Ancud.
Dalcahue, Chiloé, Chile
Dalcahue, Chiloé, Chile
Quería conocer esta isla tan particular, que fue el último reducto de dominación Española en Chile, lugar frecuentado por piratas de diferentes nacionalidades, y que por su clima de frío, lluvia y niebla y aislamiento del continente durante años forjó a sus habitantes, los chilotes, con su carácter y costumbres tan especiales. Durante años fueron conviviendo en la isla sus pobladores originarios (Chonos, Huilliches y Cuncos) con los llegados de España, todos comenzaron a realizar actividades en el ámbito rural y a intercambiar experiencias y costumbres. De esta forma inventaron, entre tantas cosas, el trineo para poder desplazar materiales en el barro, el curanto para poder cocinar mariscos con papa y carne, y entre tantas costumbres surgió la minga, que consiste en desplazar una vivienda entre todos los vecinos, tirando del hogar con bueyes y deslizándolo sobre troncos de madera. Luego de trasladada la casa hacia otro lugar, el dueño invita a quienes participaron a comer y beber en una especie de fiesta local.
Pero volviendo a mi itinerario como llegué a Ancud a la noche, busqué alojamiento, fui a cenar algo y a descansar para comenzar a conocer la isla al día siguiente, que era Domingo.
Playa Arena Gruesa, Ancud, Chiloé
Playa Arena Gruesa, Ancud, Chiloé
Al otro día luego de desayunar ya salí a recorrer la cuidad, primero estuve por la Plaza de Armas, por donde había pasado la noche anterior. De ahí me fui hasta el puerto, haciendo escala previamente en el Mercado Municipal donde hay cosas para comer y se venden artesanías, pescado, mariscos, etc. En el puerto mucha gente estaba recién comenzando a moverse luego de la noche del Sábado, algunos empezando la rutina tranquilos y otros claramente despertando y combatiendo la resaca. Estuve un rato y luego de unas fotos seguí camino rumbo al Fuerte San Antonio. El día estaba espectacular, soleado después de cuatro días malos, así que aproveche para quedarme un rato en el fuerte, lugar donde se firmó la capitulación del ejército realista Español el 19 de Enero de 1826. Luego de algunas fotos y que llegó un tour decidí seguir caminando hacia el antiguo Polvorín, que está a unos metros y de camino a la Playa Arena Gruesa. La playa, por las vistas y el lugar, a mi gusto fueron de lo mejor, claro que el tiempo y el sol acompañaban y mucho. Almorcé ahí y estuve unas horas disfrutando, observando y hablando con pobladores locales, que me mostraron la ubicación de otros fuertes y baterías de defensa en la zona. Ya estaba por comenzar la tarde así que seguí callejeando por la cuidad y sus alrededores. Hay varias visitas para hacer no muy lejanas, pero tuve inconvenientes con las dos que me interesaban. Estaba en Abril y las Pingüineras de Puñihuil, que suelen ser habitadas por las especies Humboldt y Magallánicos, a esta alturas del año ya están casi sin ejemplares, entonces primer lugar descartado. El segundo era ir hasta el Fuerte de Ahui, pasando por Quetalmahue y el Faro Corona, pero como era domingo el transporte no era tan frecuente y a la tarde ya no quedaban servicios. Lo podría haber hecho al otro día pero no quería perder una jornada por estar unos minutos en el fuerte, así que decidí irme para Castro, la capital de la isla.
Palafitos, Castro, Chiloé, Chile
Palafitos, Castro, Chiloé, Chile
Ya en Castro busqué alojamiento para hacer base y seguir conociendo la isla. El primer día estuve por la cuidad y como me habían aconsejado me fui al puerto, a los puestitos contiguos a la feria artesanal a comer de parado ceviche de mariscos. Muy bueno, en unos platos de plástico y por sólo CLP 1000. Después de seguir caminando por la ciudad, ver los palafitos sobre sus costas, visité el Museo Regional (entrada a voluntad), que tiene buenas explicaciones sobre los pobladores originarios y acerca de la historia de los chilotes. Pasé varias veces por la Plaza de Armas y estuve dentro de la famosa Iglesia de San Francisco. Esta Iglesia es unas de las tantas construidas por la población de Chiloé entre los siglos XVIII y XX con una arquitectura singular, utilizando maderas locales como principal material. Se hacen circuitos a las Iglesias de la islas, yo en mi caso vi unas cuantas como seguiré relatando a continuación.
Al otro día salí por mi cuenta a hacer una visita por poblaciones con las famosas y particulares iglesias, la idea era salir temprano para llegar al punto más lejano y después volver haciendo paradas. Entonces primero me fui hasta Achao, en la Isla de Quinchao (CLP 1200, 1 hora), vi su iglesia, saque unas fotos y cuando estaba paseando por el lugar y no me llamaba nada demasiado la atención comenzó a llover. Me fui a la terminal rural comencé a regresar a Castro haciendo la primera de las dos paradas destinadas a la vuelta, Curaco de Velez (CLP 700).
Una pena porque en Curaco estuve más de una hora, haciendo tiempo y cada vez llovía más fuerte, no habría ningún lugar para tomar algo abierto a medio mañana, entonces después de ver el pequeño templo que se distingue del resto por su cuerpo triangular, pintado al frente de verde y su pequeña torre color madera. Me asomé un poco pasando la plaza y se veía una costa muy pintoresca, con lugares de comida sobre la calle frente al agua, que estaba repleta de cisnes de cuello negro nadando apaciblemente. Pero cada vez llovía más y no encontraba donde meterme para tomar un café o té y hacer tiempo, entonces me fui a mi tercer destino de la jornada, entonces luego de tomar el colectivo y el transbordador para dejar la isla de Quinchao llegué a Dalcahue (CLP 700).
Dalcahue es famosa por su feria artesanal de los domingos, era martes y la verdad no soy un apasionado de las artesanías, y menos las que venden a turistas, entonces me di una vuelta por el puerto, almorcé pescado fresco y como mientras comía paró de llover, aproveche para volver a salir y recorrer mejor la población, sacando fotos de su iglesia, plaza y de las embarcaciones. Eran las 3 de la tarde y no que quedaba más por ver en el lugar, así que decidí volver a Castro (CLP 700), pero para seguir hacia el sur e irme directamente a Chonchi (CLP 1200 Ida y Vuelta).
Ya en Chonchi primero visité su tradicional iglesia, Nuestra Señora del Rosario de Chonchi, que estaba pintada en su exterior de celeste, blanco y amarillo. Visitado el templo me fui caminando cuesta abajo para el puerto y la costa, donde estuve un par de horas paseando y observando a los locales con sus actividades marítimas hasta que comenzó a oscurecer y decidí volver a Castro.
Playa de Cole Cole, P.N. Chiloé
Playa de Cole Cole - P.N. Chiloé
Ya para despedirme de la isla, como tenía planeado de antemano me fui dos días al Parque Nacional Chiloé, al Sector Abtao (la parte norte, es denominada Chepu y están separadas). Llegué con un bus desde la terminal rural de Castro (I/V CLP 3000, 1,5hs). Luego de bajar en la parte de administración de CONAF en Chanquín y de que amablemente me explicaran el recorrido me fui hacia el destino que tenía en mente, la playa de Cole Cole, 16kms al norte bordeando el mar. Los primeros tramos no son demasiado entretenidos, 4kms siguiendo una carretera de asfalto, luego de cruzar un puente con forma de barco, se pasa a 2kms de ripio hasta que se termina la carretera, siempre atravesando algunas comunidades locales. Ahí luego de sortear unas lagunas se sale a la playa por donde hay que transitar por unos cuantos kilómetros. La verdad es que había mucho viento y estaba nublado, pero era una sensación rara, estar caminado absolutamente solo por la costa, en una playa tan ancha y bordeando el Océano Pacífico con sus olas, y un viento fuerte de frente que movía al ras del piso arena y espuma de las olas. Por algo más de una hora, el único ser vivo que crucé fue un lobo marino, que salía del agua y cuando me vio a la distancia volvió a adentrarse en el mar. En un momento se choca con un río el cual hay que cruzar por un puente y se sube un pequeño cerro donde hay una comunidad originaria, antes de volver a la playa y luego volver a atravesar otro río y otra comunidad. A partir de ahí el camino es de alrededor de hora y media, al principio cuesta arriba, entre bosques frondosos y con varios miradores que ofrecen unas vistas muy buenas de las playas, acantilados y el océano. En este tramo crucé gente a caballo, que venían de recolectar algas. Luego de atravesar el cerro se vuelve a descender hasta una playa que es finalmente la de Cole Cole, mi lugar de acampada. Había en refugio muy completo, baños y varios lugares para acampar en una especie huecos dentro del bosque pero frente a la playa, escuchando siempre el ruido de las olas de fondo, la verdad es que el lugar era ideal y contaba además con mesas y parrillas. Como es temporada baja, era el único turista, en esta época del año el refugio (vale CLP 2000) estaba cerrado, pero dejaban abiertos los baños que estaban en un estado impecable. Igualmente, antes de acampar, como me habían aconsejado, crucé el puente y me fui por unos minutos por el camino que va hacia el refugio Anay, ya me habían dicho que estaba intransitable entre el barro y el espesor de la vegetación, pero que a 10 minutos solamente tenía un bosque de arrayanes, entonces fue lo que visité mientras comenzaba a llover un poco.
Después de un rato entre los arrayanes decidí regresar a la playa de Cole Cole, al volver tenía compañeras en la cosa, unas cuantas vacas que estaban comiendo algas y pasto, entonces como era tarde y comenzaba a oscurecer, me dediqué a armar la carpa, preparar la cena y descansar para el día siguiente.
Al otro día llovió a la madrugada, pero poco después salió el sol, así que me levante algo más tarde y desayuné tranquilo. La compañía de buses con las que tenía los pasajes (hay 3 que van a la zona) salía a las 10:45, 13 y 16:45hs, por lo que había decidido no apurar, disfrutar del lugar y volver tranquilo para el último servicio. Entonces desayuné frente al mar, acompañado por las vacas, que a unos metros seguían mascando algas, levanté campamento y recorrí el camino de vuelta esta vez con sol y poco viento pero a favor, por lo que lo hice todo en una forma más sencilla, parecía la mitad de la distancia del día anterior. De esta forma deshice los 16 kilómetros hasta la administración del Parque en Chanquín. Una vez en las oficinas de CONAF estuve unas horas en el lugar, vi las salas de exposición y muestras, fui hasta la torre mirador y continué buscando un guardaparques para pagarle por el derecho de camping del día anterior (CLP 1000), pero crucé a dos y me dijeron que no me preocupe que no hacía falta. Estuve hablando un rato con ellos y a la hora indicada me tomé el colectivo de vuelta. Al final la parte del Parque Nacional Chiloé me salió gratis, no me cobraron los 1000 por acampar, ni 500 que hay que pagar en la última comunidad por usar el sendero. Tanto a la ida como a la vuelta, en la población golpeé en el refugio y en las casas contiguas, y a las pocas personas que crucé el primer día me dijeron que no me preocupe, que cualquier cosa pague el regresar si veía a alguien, lo que al final no sucedió. Ya de vuelta, dormí en Castro y al otro día a la mañana me fui para Puerto Montt (CLP 5300, 3,5hs), para seguir subiendo rumbo Norte por la Patagonia Chilena.
Así dejo la isla de Chiloé, este lugar tan singular, con comidas, pueblitos pesqueros y paisajes espectaculares. Además con habitantes tan particulares, con ese carácter especial que fueron desarrollando por sus costumbres y el clima. Hablando con gente local me decían que por el cambio climático, últimamente los inviernos no eran tan duros y las lluvias tan constantes como antes. Igualmente a mi, salvando mucho las distancias, Chiloé pareció en algunas cosas similar a Irlanda, donde viví dos años, sobre todo a los lugares del interior de la isla color esmeralda. Quizás en parte por el clima de lluvia y nieblas, el paisaje tan verde y el de algunas de sus costas con sus pequeños acantilados o los pueblitos pesqueros, con ese olor a mar y algas y su gente reservada, poco habladora, acostumbrada a hacerse a la mar y vivir de lo que da el océano, como hicieron sus antepasados.