Como decía en otras publicaciones, usando Arequipa como base, me fui a hacer el que dicen es el tercer cañón más profundo del mundo, el Cotahuasi. Pero como hay entre 9 y 12 horas de bus que separan ambos lugares, antes quería visitar los Petroglifos de Toro Muerto y de yapa vi unas huellas de dinosaurio, así que este post es algo extenso explicando todo. Mi primer destino fue Corire, a 3 horas de Arequipa (PEN 10). En Información turística me dijeron que sólo había un bus hasta a la mañana a las 5, pero en realidad hay cada 50 minutos desde las 5, así que ya que estaba despierto y en la terminal, me lo tomé a esa hora desde el Terrapuerto (empresa Carpio). Llegué a Corire tipo 8 y hay dos opciones, ir directamente a Toro Muerto en un Taxi que sale entre PEN 20 y 30 y te espera una hora. O ir por libre, tomarse un taxi hasta "La Candelaria" que sale sólo PEN 5, pagar la entrada (PEN 4) y con la amable explicación de quienes trabajan ahí (y además me permitieron dejarles mi mochila), subir por la montaña y caminar 20 minutos hasta que comienza la distribución de Piedras y disfrutar del lugar todo el tiempo que se quiera, yo en mi caso opté por la segunda alternativa.
Toro muerto es quizás la zona más rica del mundo en arte rupestre, abarca unos 5 kilómetros cuadrados, y en este mar de piedras distribuidas en un desierto de arena, hay más de 2200 bloques grabados por sociedades locales, desde Wari (700 b.c.) hasta los Incas. Las representaciones son diversas pero van desde figuras geométricas (por ejemplo, zig zags que representan el agua), a antropomórficas, o animales como felinos, llamas, cóndores, víboras, etc. Cuando llegué estaba completamente sólo, recién cruce tres grupos de gente al final y estuve ahí alrededor de 4 horas viendo las diferentes figuras representadas en las piedras. Es un lugar muy caluroso, seco, lleno de arena y sin servicios, por lo que es recomendable, además de la cámara, llevar bloqueador solar, agua y algo de comida. A nivel petroglifos y arte rupestre, lo mejor que he visto, además del sinfín de bloques grabados, hay diferentes figuras, que siguen distintos patrones. Creo que un lugar increíble, que merece la pena ser conocido para los interesados en el tema. Ya cuando estaba volviendo, fui por mi mochila y ahí me crucé con un grupo de 5 locales con los que había hablado antes recorriendo el lugar. Me ofrecieron llevarme en su camioneta de vuelta a Corire, venían contentos, haciendo chistes con una pequeña víbora que habían atrapado en una botella de plástico. Así que almorcé un plato con los camarones de río típicos de la zona con dos de ellos en un bar de la esquina de la Plaza de Armas, con la pobre viborita de centro de mesa, y después nos despedimos, ellos a trabajar y yo en combi hasta Querulpa a ver huellas de dinosaurio.
Las Huellas de Dinosaurio de Querulpa fue la yapa que no esperaba, me lo dijo quien me cobró la entrada y me cuido la mochila en Toro Muerto, y como el bus a Cotahusi no pasa hasta las 19hs, una excusa para visitar el lugar y matar tiempo. Una camioneta desde Corire hasta ahí tarda 15 minutos y cuesta 1 Nuevo Sol. No es nada asombroso, pero la entrada es gratuita, hay que subir unos 800 metros, hasta una especie de rectángulo con unas cuantas huellas muy claras y un mirador para apreciarlas, que además tiene unas vistas del valle muy buenas. Luego me volví a Corire a esperar el bus, que terminó pasando por la plaza a las 19.30 (PEN 20).
Corire además de ser famoso por Toro Muerto, lo es por sus camarones de río que se pueden degustar en un montón de restaurantes del lugar, y es una zona de gran producción agropecuaria. Justo cuando estuve era la época de recolección de la papa / patata, así que a la noche estaba lleno de camiones levantando cargamento, lo que nos retrasó algo con el bus. Y me comentaban que comenzaba la época del arroz, así que estaba preparando parte de los campos para ese cultivo.
Llegué a Cotahuasi a las 3 de la noche, me busque un hostal barato y ya que venía durmiendo poco, decidí hacer dos noches en la población antes de bajar con mi carpa / tienda hasta el cañón.
El primer día dejé la mochila en el hostal y habré caminado unos 19 kms, recorriendo la zona al Este. Es fácil preguntándole a la gente que es muy amable, así que en parte por ruta en parte por caminos rurales me fui primero hasta el otro lado del río, a las Ruinas Arqueológicas de Collota, donde quedan vestigios de una ciudadela Pre-Incaica. Luego siguiendo en el mismo margen del río fui hasta Taurisma, una pequeña localidad, donde destaca la antigua iglesia y los árboles de su plaza, que dicen fueron de los primeros plantados por los Españoles en Perú. Después de pasar por Taurisma pasé del otro lado del río y me fui caminando por la ruta hasta Tomepampa, otro pueblo bastante pintoresco, donde me quedé un rato hablando con la gente local antes de hacer los 9kms de vuelta a Cotahuasi. Hay combis que conectan las poblaciones, pero los horarios son muy limitados, así que es mejor averiguarlos antes de planificar travesías de mayor distancia. Igualmente en todo momento me fui cruzando con gente local, como curiosidad van casi todos con radios viejas colgando como morrales escuchando música y son muy amables, además de darte charla te van orientando y recomendando cosas.

El segundo día ya fui con la mochila a recorrer mejor el cañón, hice en total alrededor de 25kms. Primero los 11kms que hay hasta las Cataratas de Sipia y me fui a contemplarlas. Hay que bajar desde la ruta (esta bien señalizado) y se puede ver un salto de 150 metros, estuve ahí un buen rato disfrutando, descansando y comiendo algo. Después volví a la ruta y pase por Chaupo y los bosques de cactus de Rosario Pampa y Judio Pampa, para llegar hasta donde se termina la carretera y hay un puesto de donde salen los buses (dos por día). Le pregunté a una mujer (la primer persona que veía desde Sipia) como seguir, porque hay dos senderos, el que sube va hacia Velinga (dicen que es el punto más bajo de cañon, pero está elevado) y el que baja, que tomé yo y va hacia el punto más bajo del Cotahuasi y a los Baños Termales de Niñochaca. Así que caminé unos 50 minutos más, tranquilo, siguiendo el río, primero dejé atrás un puente colgante (no hay que cruzarlo), luego por unas casas y después iba buscando un lugar para acampar por libre junto al río cuando llegué a una pequeña pileta / piscina de piedra, cubierta con un techo de hojas y con aguas termales. Desde el puesto del final de la ruta que seguía sin ver a nadie, así que deduciendo que eran los Baños de Niñochaca, estuve una hora sólo y tranquilo, relajando los músculos después de la caminata. Justo cuando iba a salir tipo 5, pasaron unos chicos que venían de la escuela y se sorprendieron a ver a un "gringo", ahí recostado, relajado, disfrutando del agua. Me quedé un rato más, agarré mis cosas y me fui a acampar a 50 mts, a un lugar que ya había visto con una pequeña playita, al lado del río.
Pasé la noche completamente sólo, al lado del río disfrutando del paisaje y el entorno y al otro día a la mañana me volví al puesto donde comienza la carretera, de ahí sale un bus a las 9 que va a Cotahuasi (PEN 5). Lo único en esta parte del cañón, al menos es esta época del año no hay arroyos ni pequeñas cataratas que se crucen en el camino, así que hay que llevar suficiente agua y/o purificar directamente la del río, como hice yo.
Ya en Cotahuasi justo había una feria anual tradicional y gastronómica de los pueblos del cañón (me lo había dicho en Turismo de Arequipa). Me vino perfecto porque los buses de vuelta no salen hasta las 16.30, así que estuve caminando algo más por los alrededores, disfrutando de platos típicos, viendo danzas tradicionales y a la tarde me tomé el autobús para volver a Arequipa a las 3 de la mañana (PEN 32). Comparando con el Cotahuasi con el del Colca, y salvando las distancias es como Machupichu o Choquequirao. Colca es más turístico y los paisajes impresionan más por los coloridos de las terrazas. Cotahuasi es más seco y árido, más profundo, pero también mucho menos turístico y más barato (no hay que pagar entrada). Como la gente no está tan acostumbrada, es muy curiosa y más que amable con los visitantes, también es muy seguro según me dijeron en turismo para acampar en cualquier lugar por libre. Y como plus uno puede estar horas completamente sólo, disfrutando de este maravilloso entorno. Lo malo es que está a más distancia de Arequipa, ese es un motivo por el cual no es tan visitado, y la ruta es mucha más dura, el bus que tiene horarios poco cómodos, baila bastante subiendo y bajando montañas por caminos de tierra, por lo que a veces la gente se marea.