Había citado antes un dicho local que dice algo así "Quien se apura en la Patagonia pierde el tiempo", y doy fe que es cierto. Encima a mi se me ocurrió variar e improvisar algo el itinerario en función de consejos locales, el tiempo y la falta de transportes para alcanzar a algunos lugares. Pero vamos a relatarlo etapa por etapa.
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Puerto Aysén, Chile |
Desde Puerto Tranquilo llegué a Coyhaique (CLP 6.000, 4hs), y en el camino al menos me saque las ganas de ver un Huemul, cruzamos una hembra en la Carretera, así que el conductor del bus paso despacio por al lado para no asustarla. Ya en la cuidad por fin pude sacar dinero de cajeros automáticos así que estaba más tranquilo, y al haber buenas comunicaciones también me sirvió para pedir el reemplazo de una de las tarjetas con las que me muevo, que me la habían anulado por una operación dudosa. Así que aunque en la población no hay mucho para ver, aproveche para resolver estos pequeños inconvenientes y averiguar sobre los próximos destinos que quería visitar, me guardaba si el clima acompañaba, irme medio día a la Reserva Nacional de Coyhaique, que está a 5km, pero por la lluvia finalmente no lo hice. El problema es que estamos a fines de Marzo, ya pasó la temporada alta y esto significa que las comunicaciones con ciertos puntos son bastante esporádicas, cambian las fechas, la gente hasta en las mismas oficinas de las compañías a veces no tiene ni idea. Sumando a esto que comienzan a llegar las luvias, entonces pueden tocar rachas de agua o nubes bajas por varias horas o días.
Una vez gestionada la nueva tarjeta tenía la idea de irme a pasar unos días al Parque Nacional Queulat, para acampar y hacer principalmente dos senderos, el del Ventisquero Colgante y el Bosque Encantado. Pregunté en varios lugares, y los que supuestamente conocían, me dijeron que estaban a 5kms de distancia uno del otro, así que parecía un buen plan. Aunque el primer inconveniente es que los únicos buses que van a la zona salían a las 15 y 16hs y llegan al anochecer, entonces me recomendaron que intente moverme de la misma forma que muchos de los Israelíes que andan por la zona, y que vengo cruzando hace meses, es decir, hacer dedo desde temprano y ver si alguien me lleva. Sino tenía el bus a la tarde desde el punto de partida o de camino, cuando pasara en medio de la ruta. El tema es que había dos cuestiones, la lluvia y que los Israelíes que andan con mochila no tienen la mejor reputación en la zona, y en esta época del año son mayoría, así que lo más probable es que me asuman como uno de ellos, y tenga menos chances de que paren. El comentario puede sonar racista, y lo vengo obviando en el resto de las publicaciones, pero es algo que estoy encontrando en los lugares que frecuentan en Sudamérica, sobre todo en la Patagonia desde que comencé en Enero por Ushuaia, ya que coincide con las fechas de sus llegadas en oleadas para hacer recorridos rumbo Norte. Pero esto se acentuó en los últimos días en la Carretera Austral, por lo general, cuando te ven llegar con la mochila, en estas fechas en que casi no hay turistas de otros lados, la mayoría de la gente es algo seca, reservada y duda al principio. Pero en cuanto uno habla y lo reconocen Argentino, se transforman, el trato es más que cordial y excelente. Encima por lo general surge el tema de los turistas Hebreos y te cuentan experiencias no muy buenas que tuvieron con estos visitantes. Pero bueno, esperemos que con el tiempo algunos de ellos aprendan, sean educados y cambien su comportamiento, para que no perjudiquen al resto de sus compatriotas con lo que hacen. En mi caso por lo que vengo hablando con la gente de Israel hace meses, por lo general siguen ciertas rutas, y supongo que no cruzaré tantos al abandonar la carretera Austral, al menos hasta llegar a Bariloche.
Pero volviendo a la historia, salí hasta la ruta y después de esperar una hora me llevó un señor de la zona que tenía una industria maderera, iba para Puerto Aysén y Puerto Chacabuco, entonces dijo que me acercaba unos 50kms adelante hasta un cruce. Pero después de que fuimos teniendo una conversación muy interesante por un buen rato, me propuso que lo acompañara hasta P. Aysén y de ahí a P. Chacabuco, el tenía que sacar unos camiones que traía de EEUU de aduana y me recomendó que tome un barco de Naviera Austral que tarda 36hs en llegar a Quellón, pero que entra en puertos remotos no conocidos por los turistas. Decidí seguirme fiándome de consejos locales (como cuando fui a Caleta Tortel y las Catedrales de Mármol), total si no podía embarcar, me iba a terminar dejando en la ruta pero más tarde. Pero cuando llegamos era viernes, y en las oficinas me dijeron que ese barco no salía hasta el Jueves siguiente. Entonces retorné al plan original y me dejó en el cruce, previas paradas para hacer fotos de mi parte y algunas gestiones de la suya.
En el cruce me subí a camioneta que venía repartiendo chacinados y me dejo 35 kms más al Norte en Mañihuales, iba avanzando y era una mejor opción estar en la población, que quedarme en el medio de la nada, en una casilla bajo la lluvia.
Esperé algo más de una hora y ya era la tarde, así que mientras hacía dedo, aguardaba que pase el primer bus que había salido de Coyhaique en cualquier momento y así fue. El chofer paró directamente en la cafetería de enfrente, así que le pregunté y le expliqué lo que quería hacer. Amablemente, como toda la gente de la zona al tratarme, me contó que entre el Bosque Encantado y el camping para el Ventisquero Colgante había en realidad 50 kilómetros de distancia. El Bosque Encantado está a la altura del desvío a Puerto Cisnes. Y la entrada al parque, camping y el sendero al ventisquero colgante 50 kms más al norte, está última senda es de sólo 2kms, y además que si había mal tiempo y nubes bajas, a la mañana siguiente no iba a ver el glaciar, que en está época del año es cuando se encuentra con volumen más reducido por el deshielo (eso ya lo sabía de antemano). Por lo que acordé subir al micro y decidir cuando pasáramos por el parque si bajaba a acampar o seguía. Conclusión no paró de llover, así que continué camino hasta La Junta (CLP 7000), donde llegamos cerca de las 23, porque estaban reparando la carretera y había que hacer un tramo en una pequeña barcaza, que sólo cargaba 4 autos. Nos tocó esperar en fila y perdimos 3 horas.
Desde Coyhaique, a todo el mundo que le venía preguntando me aseguraba que había un bus a las 6 de la mañana desde La Junta que enganchaba con el barco que salía de Chaitén a Quellón, Chiloé los Lunes, Miércoles, Viernes y Sábados. Entonces en La Junta busque alojamiento y al otro día a las 5.30 estaba esperando el bus, pregunté de nuevo lo del barco a Chiloé y me lo confirmaron, así que a la madrugada y bajo la lluvia comencé a recorrer mis últimos tramos de la Carretera Austral hacia Chaitén (CLP 7500, 4hs). Nueva sorpresa al llegar, era Sábado, y el barco iba sólo a Puerto Montt, el de Quellón no salía hasta el Martes, así que lo dudé, pero seguía lloviendo, entonces cambié nuevamente planes y me subí (CLP 16000, 7 horas). Otra aclaración, porque lo pregunté y después tuvieron que hacer la excepción al embarcar que sino perdía el buque. Lo boletos no los venden al embarcar, sólo en la oficina que está 1km antes. Ya al llegar a Puerto Montt me fuí directo para Ancud, en Chiloé (CLP 3800, 2hs), para después de tanta vuelta, empezar finalmente a recorrer la isla.
Entonces resumiendo, partía para el P.N. Queulat, casi subo a un barco en Puerto Chabuco, pero terminé saliendo de la Carretera Austral vía Puerto Montt y de ahí a Ancud. Muchas improvisaciones, cambios de itinerario, pero la lluvia no paraba y tenía ganas de acercarme a Chiloé. Suele pasar cuando uno viaja, hay buenas y malas rachas, esta no fue la mejor, pero esperemos que mejore en los próximos días.
De esta forma me despido de tantos kilómetros recorridos en la Carretera Austral, que ofrece unos paisajes impresionantes, lugares únicos, poblaciones singulares, bosques con vegetación frondosa, montañas, glaciares, ríos, mar, puentes colgantes y gente extraordinariamente tranquila y amable.