domingo, 27 de marzo de 2011

Improvisando en la Carretera Austral

Había citado antes un dicho local que dice algo así "Quien se apura en la Patagonia pierde el tiempo", y doy fe que es cierto. Encima a mi se me ocurrió variar e improvisar algo el itinerario en función de consejos locales, el tiempo y la falta de transportes para alcanzar a algunos lugares. Pero vamos a relatarlo etapa por etapa.
Puerto Aysén, Chile
Puerto Aysén, Chile
Desde Puerto Tranquilo llegué a Coyhaique (CLP 6.000, 4hs), y en el camino al menos me saque las ganas de ver un Huemul, cruzamos una hembra en la Carretera, así que el conductor del bus paso despacio por al lado para no asustarla. Ya en la cuidad por fin pude sacar dinero de cajeros automáticos así que estaba más tranquilo, y al haber buenas comunicaciones también me sirvió para pedir el reemplazo de una de las tarjetas con las que me muevo, que me la habían anulado por una operación dudosa. Así que aunque en la población no hay mucho para ver, aproveche para resolver estos pequeños inconvenientes y averiguar sobre los próximos destinos que quería visitar, me guardaba si el clima acompañaba, irme medio día a la Reserva Nacional de Coyhaique, que está a 5km, pero por la lluvia finalmente no lo hice. El problema es que estamos a fines de Marzo, ya pasó la temporada alta y esto significa que las comunicaciones con ciertos puntos son bastante esporádicas, cambian las fechas, la gente hasta en las mismas oficinas de las compañías a veces no tiene ni idea. Sumando a esto que comienzan a llegar las luvias, entonces pueden tocar rachas de agua o nubes bajas por varias horas o días.
Una vez gestionada la nueva tarjeta tenía la idea de irme a pasar unos días al Parque Nacional Queulat, para acampar y hacer principalmente dos senderos, el del Ventisquero Colgante y el Bosque Encantado. Pregunté en varios lugares, y los que supuestamente conocían, me dijeron que estaban a 5kms de distancia uno del otro, así que parecía un buen plan. Aunque el primer inconveniente es que los únicos buses que van a la zona salían a las 15 y 16hs y llegan al anochecer, entonces me recomendaron que intente moverme de la misma forma que muchos de los Israelíes que andan por la zona, y que vengo cruzando hace meses, es decir, hacer dedo desde temprano y ver si alguien me lleva. Sino tenía el bus a la tarde desde el punto de partida o de camino, cuando pasara en medio de la ruta. El tema es que había dos cuestiones, la lluvia y que los Israelíes que andan con mochila no tienen la mejor reputación en la zona, y en esta época del año son mayoría, así que lo más probable es que me asuman como uno de ellos, y tenga menos chances de que paren. El comentario puede sonar racista, y lo vengo obviando en el resto de las publicaciones, pero es algo que estoy encontrando en los lugares que frecuentan en Sudamérica, sobre todo en la Patagonia desde que comencé en Enero por Ushuaia, ya que coincide con las fechas de sus llegadas en oleadas para hacer recorridos rumbo Norte. Pero esto se acentuó en los últimos días en la Carretera Austral, por lo general, cuando te ven llegar con la mochila, en estas fechas en que casi no hay turistas de otros lados, la mayoría de la gente es algo seca, reservada y duda al principio. Pero en cuanto uno habla y lo reconocen Argentino, se transforman, el trato es más que cordial y excelente. Encima por lo general surge el tema de los turistas Hebreos y te cuentan experiencias no muy buenas que tuvieron con estos visitantes. Pero bueno, esperemos que con el tiempo algunos de ellos aprendan, sean educados y cambien su comportamiento, para que no perjudiquen al resto de sus compatriotas con lo que hacen. En mi caso por lo que vengo hablando con la gente de Israel hace meses, por lo general siguen ciertas rutas, y supongo que no cruzaré tantos al abandonar la carretera Austral, al menos hasta llegar a Bariloche.
Pero volviendo a la historia, salí hasta la ruta y después de esperar una hora me llevó un señor de la zona que tenía una industria maderera, iba para Puerto Aysén y Puerto Chacabuco, entonces dijo que me acercaba unos 50kms adelante hasta un cruce. Pero después de que fuimos teniendo una conversación muy interesante por un buen rato, me propuso que lo acompañara hasta P. Aysén y de ahí a P. Chacabuco, el tenía que sacar unos camiones que traía de EEUU de aduana y me recomendó que tome un barco de Naviera Austral que tarda 36hs en llegar a Quellón, pero que entra en puertos remotos no conocidos por los turistas. Decidí seguirme fiándome de consejos locales (como cuando fui a Caleta Tortel y las Catedrales de Mármol), total si no podía embarcar, me iba a terminar dejando en la ruta pero más tarde. Pero cuando llegamos era viernes, y en las oficinas me dijeron que ese barco no salía hasta el Jueves siguiente. Entonces retorné al plan original y me dejó en el cruce, previas paradas para hacer fotos de mi parte y algunas gestiones de la suya.
En el cruce me subí a camioneta que venía repartiendo chacinados y me dejo 35 kms más al Norte en Mañihuales, iba avanzando y era una mejor opción estar en la población, que quedarme en el medio de la nada, en una casilla bajo la lluvia.
Esperé algo más de una hora y ya era la tarde, así que mientras hacía dedo, aguardaba que pase el primer bus que había salido de Coyhaique en cualquier momento y así fue. El chofer paró directamente en la cafetería de enfrente, así que le pregunté y le expliqué lo que quería hacer. Amablemente, como toda la gente de la zona al tratarme, me contó que entre el Bosque Encantado y el camping para el Ventisquero Colgante había en realidad 50 kilómetros de distancia. El Bosque Encantado está a la altura del desvío a Puerto Cisnes. Y la entrada al parque, camping y el sendero al ventisquero colgante 50 kms más al norte, está última senda es de sólo 2kms, y además que si había mal tiempo y nubes bajas, a la mañana siguiente no iba a ver el glaciar, que en está época del año es cuando se encuentra con volumen más reducido por el deshielo (eso ya lo sabía de antemano). Por lo que acordé subir al micro y decidir cuando pasáramos por el parque si bajaba a acampar o seguía. Conclusión no paró de llover, así que continué camino hasta La Junta (CLP 7000), donde llegamos cerca de las 23, porque estaban reparando la carretera y había que hacer un tramo en una pequeña barcaza, que sólo cargaba 4 autos. Nos tocó esperar en fila y perdimos 3 horas.
Desde Coyhaique, a todo el mundo que le venía preguntando me aseguraba que había un bus a las 6 de la mañana desde La Junta que enganchaba con el barco que salía de Chaitén a Quellón, Chiloé los Lunes, Miércoles, Viernes y Sábados. Entonces en La Junta busque alojamiento y al otro día a las 5.30 estaba esperando el bus, pregunté de nuevo lo del barco a Chiloé y me lo confirmaron, así que a la madrugada y bajo la lluvia comencé a recorrer mis últimos tramos de la Carretera Austral hacia Chaitén (CLP 7500, 4hs). Nueva sorpresa al llegar, era Sábado, y el barco iba sólo a Puerto Montt, el de Quellón no salía hasta el Martes, así que lo dudé, pero seguía lloviendo, entonces cambié nuevamente planes y me subí (CLP 16000, 7 horas). Otra aclaración, porque lo pregunté y después tuvieron que hacer la excepción al embarcar que sino perdía el buque. Lo boletos no los venden al embarcar, sólo en la oficina que está 1km antes. Ya al llegar a Puerto Montt me fuí directo para Ancud, en Chiloé (CLP 3800, 2hs), para después de tanta vuelta, empezar finalmente a recorrer la isla.
Entonces resumiendo, partía para el P.N. Queulat, casi subo a un barco en Puerto Chabuco, pero terminé saliendo de la Carretera Austral vía Puerto Montt y de ahí a Ancud. Muchas improvisaciones, cambios de itinerario, pero la lluvia no paraba y tenía ganas de acercarme a Chiloé. Suele pasar cuando uno viaja, hay buenas y malas rachas, esta no fue la mejor, pero esperemos que mejore en los próximos días.
De esta forma me despido de tantos kilómetros recorridos en la Carretera Austral, que ofrece unos paisajes impresionantes, lugares únicos, poblaciones singulares, bosques con vegetación frondosa, montañas, glaciares, ríos, mar, puentes colgantes y gente extraordinariamente tranquila y amable.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Cuevas, Catedral y Capilla de Mármol

Volví a Cochrane desde Caleta Tortel, busqué alojamiento y como sólo hay buses a la mañana tuve que esperar hasta el día siguiente para ir a Puerto Río Tranquilo.
Entonces saqué mi pasaje y aproveché la tarde para conocer al menos algo de la Reserva Nacional Tamango. Al llegar sólo me quedaban unas horas, pague la entrada (CLP 3000) y salí a caminar con la esperanza de ver Huemules, se suelen avistar en la zona, era mi cumpleaños y pensaba que al menos podía ser una especie de regalo, pero no se dio. El tiempo era bastante malo, por momentos llovía y había mucho viento, y en esas condiciones dicen que los huemules se van montaña arriba. Así que comencé a transitar el sendero de "los carpinteros", que discurre atravesando bosques y cerros, ofreciendo unas vistas muy buenas del Lago Cochrane. Entre subidas y bajadas llegué hasta el final del lago, en la zona llamada Playa Paleta, cuando decidí volver. El clima no era el mejor, pero al menos me conformé cruzando en el recorrido dos parejas de pájaros carpinteros gigantes y al final, cuando me quedé refugiándome debajo de un árbol, apreció un pequeño personaje que vino a compensar algo el regalo de ver los huemules. Un Martín Pescador se posó en una rama delante mio, a sólo un metro y medio y nos quedamos los dos más de media hora esperando a que la lluvia amaine un poco.
Martín Pescador, Reserva Nacional Tamango, Cochrane, Chile
Martín Pescador, R.N. Tamango, Chile
Al otro día desde Cochrane me fui para Puerto Río Tranquilo, (CLP 6500, 2hs) este, junto con Caleta Tortel, fue uno de los destinos únicos que me recomendaron que no me pierda, y siguiendo el consejo de gente local fue lo que hice. Apenas llegué conseguí alojamiento y justo se estaba formando un grupo para ir a las Catedrales de Mármol, así que me sumé. La excursión suele salir CLP 5000, pero si iba en el momento me lo dejaban por 4500. Entonces embarcamos y rumbo a una de las primeras paradas, las Cuevas de Mármol. Contra la costa en unos acantilados, son cavidades donde la roca se fue desgastando por la erosión, y produce unas galerías con las tonalidades irregulares del material desgastado. No es fácil de describir, pero presenta una superficie irregular que forma una especie de techos extraños, como con lenguas derretidas que forman columnas que van cayendo al agua celeste del lago, exponiendo los diversos colores de las capas del material.
Capilla de Mármol, Puerto Río Tranquilo, Chile
Capilla de Mármol, Puerto Río Tranquilo, Chile
La segunda parada fue mejor, la Catedral de mármol, una roca o isla gigante en medio del agua, que presenta en toda su base galerías aún mayores a las de la cueva, la atravesamos en su interior por una de las cavidades y seguimos el recorrido. Y la última parada fue la llamada Capilla de mármol, otra roca, menor a la anterior, en medio del agua, en la que destacan aún más las galerías. Además en los dos últimos casos el color de la isla y del mármol resaltan más contra el celestre intenso del agua. La verdad es que el consejo que me dieron era correcto, aunque la visita dure sólo dos horas, es algo también único y singular que vale la pena visitar.
En la época en que visité la zona los ríos estaban muy crecidos, y por eso no se pueden apreciar las galerías en todo su esplendor. Me comentaban que en verano, el caudal de agua es dos metros más bajo, y se pueden ver mejor las galerías y en algunos casos hasta bajarse y caminar dentro.
Dormí en Puerto Río Tranquilo y al otro día me tome un bus para Coyhaique, no tenía otra opción, ya que los buses pasan sólo a las mañanas, entre las 10 y las 11. Además me estaba quedando sin dinero, por lo que quería comentar una cuestión que fue un pequeño inconveniente para mi y mas turistas que vengo cruzando, en caso de que sirva para otros viajeros. Por la Carretera Austral, al Sur de Coyhaique no hay cajeros automáticos que acepten tarjetas de extranjeros. Creo que el único es el de Cochrane, donde hay un Banco del Estado (no acepta tarjetas extranjeras), pero en caja si cambian dinero (USD y EUR). Así que en mi caso en las dos pasadas que hice por la ciudad cambié dinero y con eso tuve que aguantar. Este fue uno de los motivos que me hizo acelerar un poco y perder flexibilidad en el itinerario, por eso paré en Puerto Tranquilo un día, vi la catedral de mármol y a la mañana siguiente tuve que irme para Coyhaique en busca de un cajero automático que me sirva.
Otra cuestión del recorrido que vengo haciendo por al Carretera Austral es que los paisajes son realmente impresionantes. A diferencia de la parte paralela de la Ruta 40 en Argentina, donde se atraviesan pampas con un paisaje monótono, árido y bastante chato, del lado Chileno la vegetación es frondosa, y se van atravesando montañas, bosques espesos, lagos y ríos que ofrecen unas vistas maravillosas.

Caleta Tortel, pasarelas y cipreses

Caleta Tortel, Chile
Caleta Tortel, Chile
Desde Cochrane llegué a Caleta Tortel, era un destino que no tenía en mente inicialmente, pero al igual que las Catedrales de Mármol en Puerto Río tranquilo, decidí agregarlo a mi itinerario, ya que mucha gente me recomendó ambos sitios porque son lugares únicos y particulares.
Caleta Tortel es una población nueva, fue fundada en 1955 y en 2001 ha sido declarada zona típica por su singular arquitectura y forma de vida de sus habitantes.
Uno llega por carretera de ripio hasta la rotonda y partir de ahí no existen más calles, toda la población está construida sobre pasarelas de ciprés, que crean una telarañas de caminos que se extienden desde la costa hasta la montaña. Además todas las casas y construcciones respetan este estilo por lo que están construidas en madera, al igual que las embarcaciones utilizadas por los locales.
Las vistas de la Caleta son increíbles y muy particulares, paisajes con montaña, agua verdosa o azulada sobre la que uno camina por momentos sobre tablas de madera muy prolijamente mantenidas, y recorriendo una población de gente extremadamente amistosa y amable. Lo único es que hay que tener ganas de caminar, ya que uno se encuentra constantemente subiendo y bajando escaleras, por lo que es muy buen ejercicio, pero hay que estar algo en forma. Si uno se queda en la parte de costa puede pasar días sin ver un auto, compartiendo los lugares transitables sólo con otras personas, perros y gatos.
Antiguamente la zona era habitada por los nómades canoeros Kawaskar y en la actualidad la población es de alrededor de 500 habitantes. Muy al contrario de lo que uno se puede pensar inicialmente no se dedican a la pesca, sino que es un pueblo maderero. Las mayoría de los recursos provienen de la explotación del Ciprés de las Guaitecas, cuya madera es vendida o utilizada localmente para construir casas, barcos, etc. Desde el 2006 que está conectada a otras poblaciones por carretera, pero antes sólo tenían comunicación por mar. Así que considerando todos estos factores, es normal que sea imprescindible para todas las familias el tener un bote u embarcación, motosierra y hacha.
Caleta Tortel, Chile
Caleta Tortel, Chile
En el Hospedaje donde estaba parando la primer noche conocí a otros dos viajeros, que eran amigos del guardaparques. Así que estuvimos en la zona juntos el resto de los días. Caminando las pasarelas y senderos con lluvia y sol, charlando, sacando fotos y compartiendo mucho tiempo, charlas y comidas con el Guardaparques y su familia, todos encantadores.
Además de recorrer toda la población, también hicimos los senderos vecinos, uno que va por el Cerro La Bandera arriba del Pueblo y otro desde la usina (a donde llegamos en bote) pasando por Laguna Negra hasta volver a las pasarelas. Ambos ofrecen unas vistas muy buenas de la pequeña ciudad.
Y así pasaron tres días más que entretenidos disfrutando de este lugar tan único y singular, que huele a ciprés, humo o ambos, entre recorridos, charlas, compartiendo las pasarelas con su habitantes, hasta que decidimos irnos. Estuvimos mucho tiempo con el Guardaparques y su familia, que nos invitaron a comer, desayunar durante todo el fin de semana, entonces tuvimos conversación más que interesantes entre todos. Nos íbamos a quedar un día más para acompañarlo al Ventiquero Steffens a descargar provisiones para un censo de huemules que tenían que hacer a la semana siguiente, pero hubo un problema con la embarcación y cerraron el puerto por temporal. Entonces más que contentos con lo los lugares y la gente que habíamos conocido nos fuimos para Cochrane. Ellos estaban con un auto, por lo que me alcanzaron hasta ahí antes de irse a la fontera.
Caleta Tortel me pareció que es un lugar que de a poco va a ir creciendo turisticamente, para dar algunos ejemplos de lo que fui hablando con sus habitantes. En la actualidad hay 160 camas para visitantes pero no muchos restaurantes con un menú variado, hay centollas a 300 mts de la costa y sólo las pescan 2 veces al año para fiestas locales y pocas excursiones para las alternativas que ofrece la zona (sólo navegaciones a ciertos puntos). Como decía antes los pobladores son encantadores y acogedores, y me sorprendí al ver la calidad de los edificios del jardín de infantes, la escuela y la biblioteca. Así que esperemos que cuando crezca, siga siendo tan único y singular como cuando lo visité.
Otra particularidad, pero de la zona de la Carretera Austral es el olor a humo, pero tiene una explicación. En esta zona de Chile no hay red de gas, por lo que todas las casas tiene al menos la calefacción a leña. Entonces a uno le parece extraño los primeros días estar oliendo a humo, principalmente a las mañanas y a las tardes, pero es cuestión de acostumbrarse.

Cueva de las manos, algo de 40 y Austral

Cueva de las Manos, Santa Cruz, Argentina
Cueva de las Manos, Santa Cruz, Argentina
 Mi amigo Javier me pasó a buscar por El Chaltén y ahí comenzamos a subir rumbo Norte, sabíamos que no estaba fácil el tema combustible, pero casi nos llevamos una mala pasada. En El Chaltén no había nada, seguimos hasta Tres Lagos y más de lo mismo. Teníamos un cuarto de tanque y tres opciones: Volver hacia el Sur 160kms hasta El Calafate, donde la ruta es más transitada en caso de quedarnos sin nafta, la misma distancia hasta el Norte para llegar a Gobernador Gregores o esperar en la estación a que llegara el camión, como le sucedía desde hace dos días a gente que estaba durmiendo en el pueblo. Esperamos un par de horas y nos decían que el camión podía llegar a la tarde o recién mañana, así que después de pensarlo bien, decidimos arriesgar e ir con lo que quedaba de combustible hasta Gobernador Gregores. Fueron casi 3 horas de ripio, durante las cuales seguíamos charlando, pero ya nos íbamos resignando a caminar los últimos 20kms, por suerte al ir avanzando vimos que no estábamos completamente solos, había transito de maquinaria y camiones que están asfaltando la carretera, y fuimos aún más afortunados, porque llegamos a Gobernador Gregores creo que con el olor a petróleo que quedaba en el tanque. Llenamos y con el retraso que llevábamos partimos para Bajo Caracoles. Pero tranquilos, ya conocíamos el famoso dicho que dice algo así "Quien se apura en la Patagonia pierde el tiempo".
Llegamos a Bajo Caracoles pasadas las 10 de la noche, así que en el local donde funciona todo, hotel, almacén, estación de servicio y restaurante hicimos combo completo: Llenamos el tanque del coche, cama y comida. 
Al otro día temprano nos fuimos hasta La Cueva de las Manos. Llegamos hasta el sitio arqueológico, en el cañadón del Río Pinturas, pagamos la entrada (ARS 15) y comenzamos a recorrer el lugar. Es lo mejor que conozco en cuanto a pinturas rupestres. Debajo de formaciones rocosas, se pueden encontrar distintas figuras creadas con una antigüedad estimada entre 9300 y 1700 años. Como el nombre del lugar lo indica, las que se encuentran en mayor cantidad y resaltan son las figuras de cientos de manos, superpuestas en diferentes colores, creando una vista muy particular, como murales multicolores en las cavidades rocosas. Además de las manos hay representaciones de escenas de caza de guanacos, una mano con seis dedos, patas de ñandú (avestruz) y algunas figuras humanas y geométricas. Las visitas son guiadas, salen a cada hora a partir de las 9 horas y permiten recorrer las zonas con arte rupestre por medio de una galería de madera, para poder preservarlas y reducir el impacto turístico.
Desde ahí salimos directo para Perito Moreno, donde volvimos a pasar de ripio a asfalto, almorzamos, completamos el tanque y a hacer el cruce a Chile vía Los Antiguos.
Desde Los antiguos hicimos migraciones y cruzamos por Chile Chico, siempre bordeando un inmenso e impresionante espejo de agua, llamado Lago Buenos Aires para los Argentinos y General Carrera para los Chilenos.
De Chile Chico decidimos llegar hasta Cochrane, volviendo al ripio y haciendo algo de Carretera Austral. Así que nos deleitados con el paisaje, entre lagos, montañas, bosques y bordeando por momentos el Río Baker, el más caudaloso de Chile, que nace en la zona y desemboca en el mar a la altura de Caleta Tortel. Finalmente llegamos a Cochrane a la noche, buscamos alojamiento, una buena cena y a la cama.
Al otro día luego de desayunar nos separamos, Javier tenía que volver a Bariloche y yo luego de cambiar algo de dinero (los cajeros automáticos de Banco del Estado no aceptan tarjetas extranjeras) me fui hasta Caleta Tortel (CLP 6000, 3hs), a seguir conociendo.

Glaciar Viedma y trekkings cortos

Desde El Calafate llegué a El Chaltén, como la población se encuentra dentro del Parque Nacional Los Glaciares, todas las actividades que uno realice por su cuenta en los alrededores, son gratuitas, es decir, no se paga ni por acampar ni por transitar por los senderos. Al arribar en bus, hay que parar en la zona de los guardaparques, quienes dan una charla instructiva, mapas, etc. En la población hay también un cajero automático en la terminal de buses, pero no siempre cuenta con billetes.
Escalada en hielo en el Glaciar Viedma, El Chaltén, Santa Cruz, Argentina
Escalada en hielo en el Glaciar Viedma, El Chaltén
Una de las actividades que quería realizar, y me habían recomendado sobre las que se hacen desde El Calafate, era la de practicar algo de escalada en hielo y hacer trekking en el Glaciar Viedma, el de mayor tamaño de Argentina. Dejé esta excursión para el último día, especulando algo con las condiciones climáticas. Las actividades sobre el Lago Viedma, sólo las opera una agencia habilitada por Parques Nacionales, esta en particular la denominan circuito Pro, cuesta ARS 550, dura alrededor de nueve horas e incluye transporte hasta Bahía Túnel (sino sale 50 menos) , navegación por el Lago Viedma, trekking por el Glaciar del mismo nombre y escalada en sus paredes de hielo. La experiencia fue muy buena y el tiempo acompañó, salimos alrededor de las 8 de la mañana y luego de navegar el lago, nos aproximamos a bloques de hielo y el glaciar, bajamos a un promontorio de rocas, ahí nos pusimos crampones y el resto del equipo, y comenzamos a caminar sobre el hielo por un rato hasta que encontramos una buena pared, prepararon las cuerdas, explicaciones de las técnicas y a escalar. Era mi segunda experiencia de este tipo, cansadora, entretenida y el tiempo paso volando, en turnos entre escaladas, descanso y comida habremos estado alrededor de 4 horas. Cerca de las 2 de la tarde salimos a hacer un buen rato de trekking y las vistas entre hielo blanco y azul eran más que buenas, pero como sorpresa, al final estuvimos un rato dentro de una cueva que se había formado hacía unos días. Las sensación era increíble, al estar bajo ese manto de hielo azul, donde por momentos sólo se escuchaba el ruido que producía el agua que caía desde distintos rincones. Ya después de un rato dentro, salimos y como postre de la jornada tomamos algo de Baileys con hielo del glaciar mientras esperábamos al barco que nos tenía que regresar. No es barato, pero todo una experiencia y más que recomendable.
Originalmente iba con la idea de meterme unos cuantos días por la montaña acampando por los alrededores, pero al llegar me di cuenta de que muchos de los recorridos no eran demasiado lejanos al pueblo, así que decidí alojarme en un hostel y salir temprano a hacer todos los días entre 20 y 30kms, con la mochila pequeña, más liviano. No es la opción más económica, pero podía recorrer la zona más rápido, y porque negarlo dormir en un cama cómoda y bañarme con agua caliente todos los días.
El primer día como llegué al mediodía salimos tipo 2 de la tarde por el camino que va hasta la Laguna y Cerro Torre, en total son 11 kilómetros, y como nos pensábamos que estábamos mal de tiempo salimos algo acelerados. Las vistas ya antes de llegar son muy buenas, con la silueta particular del Cerro Torre de fondo, que tiene picos en forma de agujas, como una gigantesca catedral que resaltaba por la forma en que lo iluminaba el sol. Llegamos en alrededor de dos horas y la postal es de las mejores, la laguna mansa, un pequeño glaciar al fondo y arriba dominando el panorama el cerro con las torres de su cima. Ya más tranquilos con el tiempo, fuimos subiendo para el mirador que había a la izquierda de la laguna, pero la verdad es que las vistas a mi gusto eran mejores frente al espejo de agua. Al final habíamos podido aprovechar el día, entonces nos volvimos al centro antes de que oscurezca.
Laguna de los Tres y Cerro Fitz Roy, El Chaltén, Santa Cruz, Argentina
Laguna de los Tres y Cerro Fitz Roy, El Chaltén
El segundo día habremos hecho alrededor de 30 kms, fuimos saliendo cada uno a su horario desde el hostel y nos encontramos en el camino, primero en mi caso fui hasta Laguna Capri, desde donde se comienza a apreciar el Cerro Fitz Roy, algo de descanso y volví a desandar unos metros hasta el mirador de camino al campamento Poincenot y como se estaba nublando de ahí apuré el paso para llegar a Laguna de los Tres, la ultima parte es en subida, quizás lo más exigente de todo lo que hice, pero se hace fácilmente y sin demasiado esfuerzo. Ya arriba el paisaje por supuesto que es excelente, con el mítico Cerro Fitz Roy de fondo. Si uno sube un poco a mano izquierda, también se puede ver la Laguna Sucia con su cascada. Ya con el objetivo del día cumplido, que era llegar hasta el Fitz Roy, almorzamos contemplándolo, fotos varias y decidimos volver por otro camino, para no repetir recorrido. Por lo que bajamos hasta el campamento Poincenot y luego giramos a mano derecha pasando por las Lagunas Madre e Hija, el paisaje no es muy asombroso, pero al menos algo distinto y no tan transitados por la mayoría de la gente. Desde ahí llegamos al camino que habíamos hecho el día anterior, el del Cerro Torre, habremos salido a 8kms de El Chaltén, hacia donde nos volvimos.
El tercer día fue más tranquilo, quería cerrar la excursión al Glaciar Viedma, entonces aunque estaba nublado fui hasta el mirador de La Loma del Pliegue Tumbado, a 12kms. El recorrido hasta llegar al punto panorámico no es nada particular, pero una vez ahí la vista es excelente, y ni me imagino como será con cielo despejado. Con fondo azul, debe ser una de las postales del lugar, se ve todo lo que habíamos recorrido en las jornadas anteriores, es decir, en un mismo plano, bosques, lagunas, montañas y las cimas de los Cerros Torre y Fitz Roy. Así que aunque el tiempo no era el mejor y había mucho viento, almorcé disfrutando del paisaje y bajé a preparar todo para el día siguiente.
También me fui un día una escapada de unas horas hasta el Chorillo del Salto, una muy linda cascada y un buen destino para ir a estirar las piernas o pasar a almorzar.
En El Chaltén, los circuitos que recorrí eran fáciles de hacer, el terreno muy bien señalizado y simples de caminar, quizás lo más exigente era la subida a Laguna de los Tres, y se hace de manera sencilla si uno está acostumbrado y va tranquilo. De lo poco que vi, realmente El Chaltén me pareció un destino espectacular para recorrer, más aprovechando que es completamente gratuito. Es más, creo que está vez siendo sincero, tengo que decir lo contrario a cuando me quejo de que un lugar es muy caro. Creo que no estaría mal, para los que somos turistas, pagar al menos ARS 10 por utilizar los campamentos y caminos, para que se puedan así incrementar recursos y colaborar con su mantenimiento.
Hay muchas más rutas y circuitos como ir a Laguna Toro y Paso del Viento, Glaciar Marconi, Lago Eléctrico, la zona de Lago del Desierto, mirador del Glaciar Huemul, etc.. También hay más actividades, como por ejemplo escalada en roca. Pero en mi caso tenía fecha de salida, un amigo mio, Javier, venía en coche desde El Calafate rumbo a Bariloche, y había arreglado para que me pasara a buscar, así nos veíamos después de algo más de dos años y nos poníamos al día, mientras hacíamos kilómetros por la Ruta 40 y visitábamos entre otros sitios La Cueva de las Manos. Y así fue como me fui de El Chaltén.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Avanza y ruge el Perito Moreno

Glaciar Perito Moreno, El Calafate, Santa Cruz, Argentina
Glaciar Perito Moreno, El Calafate, Santa Cruz, Argentina
Desde Puerto Natales llegué luego de alrededor de 6 horas a El Calafate, en la provincia de Santa Cruz. La intención era creo que la misma de toda la gente que visita este lugar, poder conocer al menos una de las maravillas naturales del mundo, el imponente y único Glaciar Perito Moreno.
Llegué a la villa, me busque alojamiento y la primer tarde estuve tranquilo tomando algo con amigos y cerrando el transfer para la visita del día siguiente.
Desde la El Calafate hasta el glaciar hay 80kms y si uno no dispone o no alquila vehículo, la otra opción que hay es la de ir en camionetas, por ARS 90 o 100, que te llevan a la mañana, y te dejan en el parque sólo 4 horas antes de regresar. Así que como era la única alternativa que tenía, pagué y a eso de las 10.30 ya estábamos en el P.N. Los Glaciares, aboné la entrada (Argentinos ARS 40, Extranjeros 100), llegamos a las pasarelas y a disfrutar. Ya al irse acercando las vistas son buenas, pero cuando se comienza a avanzar por las pasarelas son realmente alucinantes, uno queda de frente a esta masa de hielo, si no me equivoco la única del continente que sigue avanzando (el resto lamentablemente se encuentran en retroceso). Y aunque parezca increíble para ese coloso gélido, lo hace a una velocidad promedio de dos metros por día. Lamentablemente no estaba para su ruptura, la última fue en 2008, y se produce porque al avanzar el glaciar y bloquear el Brazo Rico, la erosión de sus aguas que descienden hacia el Lago Argentino, van creando un túnel, hasta que el hielo cede y se derrumba. Un espectáculo único e irrepetible en el mundo que atrae a visitantes de todos los rincones del planeta.
Pero en mi caso no me encontraba en el sitio para estas fechas, y me tuve que conformar, lo que no es poco, admirándolo y con los rugidos y estruendos que produce el glaciar al desplazarse y sus bloques de hielo al desprenderse y caer al agua. Entonces uno en esas cuatro horas de visita se queda cautivado observando el glaciar, que se levanta imponente frente a los balcones con paredes de hielo en diversas tonalidades, que van desde el blanco hasta al azul, alucinado por sus sonidos, cambiando de miradores o simplemente se quedándose quieto y en silencio, observando, escuchando y esperando descubrir cual será el próximo bloque de hielo que se desprenderá.
En este sector del Parque Nacional los Glaciares se pueden realizar bastantes mas actividades que yo no hice, entre ellas, navegar las caras Norte y Sur del Glaciar (ARS 50), hacer un mini o trekking completo (ARS 500) sobre el Perito Moreno, Navegar hasta el Glaciar Upsala (estaba suspendida ya que el canal de acceso se encontraba bloqueado por témpanos) o simplemente visitarlo, pero por medio de una agencia, la única concesionaria habilitada, ya que se encuentra en territorio de una estancia privada. Si son esas cosas que suceden con muchas maravillas naturales Argentinas, que están dentro de recintos que hoy en día siguen siendo privados, cuestiones que uno nunca termina de comprender.
Pero finalmente y luego de conocer esta maravilla me fui para El Chaltén (ARS 75, 3hs) para seguir descubriendo nuevos rincones del territorio Patagónico.

martes, 15 de marzo de 2011

O, W y apagando incendios

Desde Ushuaia me fui para Punta Arenas (ARS 240, 12hs), escala previa antes de Puerto Natales y entrar al Parque Nacional Torres del Paine. No estaba demasiado interesado en lo que había para visitar por los alrededores pero había roto mi mochila y quería aprovechar la zona franca para reemplazarla, después de 15 años no daba para más y se estaba rompiendo por todos lados. Así que paré 2 días en la cuidad, me di una vuelta por el cementerio, que tiene algunas tumbas muy particulares, sobre todo de las familias tradicionales adineradas de la cuidad y me fui para Puerto Natales (CLP 8000, 5hs).
Amanece en las Torres, P.N. Torres del Paine, Chile
Amanece en las Torres, P.N. Torres del Paine, Chile
Por consejo de unos chicos de Concepción que conocí en Arenas, en Puerto Natales me alojé en el hostal Dumestre (Ignacio Carrera Pinto 540, frente al hospital) y la verdad es que el consejo fue más que bueno, CLP 5000 por alojamiento, desayuno, internet, buen trato, depósito de mochilas, etc. Por lo que dejo sus datos recomendando el sitio. Entonces llegué, preparé todo y al otro día me fui a la mañana para el Parque Nacional Torres del Paine (Bus I/V CLP 10.000, entrada CLP 15.000), para comenzar un trekking completo que me decían me iba a llevar alrededor de 9 días, aunque al final lo hice en 5 y medio. Fui a hacer el circuito completo, es decir la "O", que también incluye la "W".
Ya al entrar al parque me bajé en Laguna Amarga y cerca de las 10.30 comencé a caminar hacia el camping Serón con la vista de las Torres a mi derecha y pasando al principio entre Guanacos y con Cóndores volando en circulo a la distancia, debía de haber algún animal muerto en la zona. En el parque sólo se puede acampar en los sitios habilitados, y en la parte Norte del circuito son todos privados, así que ya iba con la idea de que la primer noche la tenía que pasar si o si en Serón. Son unos 12kms, y tal y como decía el mapa que me dieron en la entrada y otro que compre previamente, que sinceramente fue tirar dinero a la basura porque no sirve de nada (ya que con el gratuito sobra), se tardan alrededor de 5 horas en hacer todo el trayecto. Alrededor de las 15.30 ya estaba en destino, pagué los CLP 4.000 por acampar y usar las instalaciones, que consistían en un baño y una ducha fría, un poco caro y abusivo para lo que ofrecen.
Para la segunda jornada comencé a caminar temprano, alrededor de las 8, quería hacer 27 kilómetros y llegar a Los Perros, esquivando el refugio Dickson y por suerte salió bien lo planeado, como siempre suelo hacer, la idea era llegar al primer punto y de ahí en base a horario, tiempo y piernas evaluar si convenía seguir. El clima fue más que bueno durante los seis días que estuve en el Paine, pero ese día a la mañana fue quizás el más complicado por los fuertes vientos, que cuando uno iba caminando por los senderos con pendiente y el río a la derecha, cargado con la mochila te iban moviendo. Por suerte en un par de horas se calmaron y se pudo seguir avanzando. Alrededor de las 13.30 ya había hecho 18,5kms y estaba en Dickson, y como lo tenía pensado de antemano decidí seguir hasta Los Perros, pasando previamente por el Lago y Glaciar con el mismo nombre. El glaciar es un pequeño anticipo de lo que vendría al otro día, colgado en el fondo del lago, con pequeños trozos de hielo que se desprenden y quedan flotando en sus aguas. Al rato ya se llega al Campamento Los Perros (CLP 3500), queda a 8,7kilómetros de Dickson y habré tardado unas 4 horas.
Glaciar Grey, P.N. Torres del Paine, Chile
Glaciar Grey, P.N. Torres del Paine, Chile
El tercer día comencé relativamente temprano, iba a ser el más duro porque había que atravesar el paso John Gardner y seguía cargado con bastante peso por la comida. El tiempo siguió acompañando, por lo que empecé a caminar y al rato ya estaba cuesta arriba siguiendo por el camino, es algo complicado pero para nada técnico, así que entre paradas pude llegar a la parte superior del John Gardner en menos de 3 horas y ahí vino una de las mejores vistas del recorrido. Después del esfuerzo, al pasar al otro lado uno se recompensa al ver imponente debajo al Glaciar Grey, que surge millas atrás, a la derecha desde dentro de las montañas, para terminar en el Lago Grey, a la izquierda y por donde sigue el sendero. Se comienza a bajar de a poco, y no se puede dejar de mirar esa masa espectacular de hielo con sus picos blancos, azules y los ruidos que va produciendo, entonces así se va avanzando otras tres horas, entre pasos de arroyos, bosques y ríos, con el hielo siempre a la derecha ofreciendo unas vistas maravillosas. En menos de otras 3 horas llegué al Campamento Paso (Gratuito), lo separan unos 12kms desde mi punto de partida y decidí seguir hasta la siguiente zona de camping, Los Guardas (gratuito), que está unos 6 kilómetros delante. Llegué a las dos horas y cuando terminé de armar mi carpa vino la sorpresa. Un grupo que había pasado con un guía fueron al mirador cercano y comenzaron a gritar que había fuego. Así que entre los del grupo y los pocos que habíamos acampado comenzamos a apagarlo. Afortunadamente eran sólo unos metros, entonces con las botellas que llevábamos para nosotros comenzamos a correr hasta el arroyo más cercano, a unos 500mts y a apagar las llamas y brazas con agua, ramas y las botas. Al principio eramos 10 y terminamos siendo unas 20 personas, y después de alrededor de una hora lo controlamos. Lo que más costaba era apagar los troncos que seguían incandescentes en su interior hueco. El guía del grupo aviso por radio a CONAF (Parques Nacionales), nos aseguramos de que todo haya quedado bien extinguido y cada uno volvió a los que estaba haciendo previamente, manchados, oliendo a humo pero tranquilos por haber colaborado a evitar algo mucho peor. Lo único yo preferí pecar de prudente y para dormir tranquilo, en caso de que quedara alguna chispa y cambiara el viento a la noche, desarmé mi carpa e hice otros 4kms hasta el Refugio y Camping Grey (CLP 3500), una hora delante. El mirador que se comenzó a incendiar justo ofrece vistas de la pared de hielo del glaciar cuando este termina y comienza el agua del lago, por la preocupación del fuego, estuve ahí un buen rato, disfruté algo de las vistas, pero como avancé rápido por si se hacía tarde no tomé ni una fotografía. El otro lugar para acampar era privado, les pregunté si hacían descuento a los que apagaron el fuego y por supuesto que no, ningún reconocimiento, pero al menos tenían dos duchas de agua caliente, así que disfruté un buen rato de eso, para relajarme y quitarme el olor a humo de encima.
Para la cuarta jornada la idea era la de llegar al Valle del Francés y una vez ahí decidir cual de los lugares gratuitos iba a utilizar para dormir. Finalmente pernocté en el Campamento Británico y caminé algo más de 24kilómetros, pero vamos por etapas. Me levanté temprano, volví sobre mis pasos de la jornada anterior y fui al mirador para ver el Glaciar Grey de fondo con algunos pedazos de hielo desprendidos frente a mi en una especie de bahía. Comencé a recorrer el camino, que ofrece durante las primeras horas unas vistas en altura muy buenas del Glaciar Grey detrás del lago, con sus dos lenguas de hielo esquivando un nunatak (isla) en el medio. Luego de estas postales maravillosas y de quedarme un rato contemplándolas, se comienza a bajar, y después de 11 kilómetros y alrededor de 3 horas se llega al Refugio y Camping Paine Grande, para seguir el camino que primero bordea el lago Pehoe y luego el pequeño espejo de agua llamado Skottsberg, para llegar después de algo más de 7 kms y dos horas al campamento Italiano (Gratuito). La verdad es que cuando llegué ahí me asusté un poco, era una cuidad de la cantidad de gente que había, y como ya tenía en mente y eran alrededor de las 16hs horas, comencé a trepar otras 2 horas, 5,5kms, hasta el C. Británico (gratuito) por el Valle del Francés, uno de los mejores sitios de todo el circuito. Cuando llegué ahí sólo había una carpa, así que armé la mía, dejé la mochila dentro y me fui más liviano hasta el mirador que está a menos de una hora a ver la parte de atrás de las torres. Tanto las vistas del mirador, como todo el Valle del Francés son realmente muy buenas, una de las partes mas bellas del Parque Nacional. Ya contento y antes de que anochezca, volví a cenar y dormir.
Al Quinto día me levante y volví a descender disfrutando del Valle del Francés, la idea era recorrer los alrededor de 30 kilómetros que hay hasta el Campamento Torres. Primero al volver a pasar por el Italiano, se hacen los 7,6 kilómetros que hay hasta el Camping y Refugio los Cuernos. Caminando entre el Lago Nordenskjöld y los Cuernos del Paine, paramos a almorzar en el Refugio después de algo más de 4,5hs y 13kms y de ahí se comienza a subir haciendo los 11ks que te llevan directamente hasta el Valle Ascencio y el Camping y Refugio Chileno (privado), si hizo tarde y algo duro, pero seguimos otra hora y media 3,2kms hasta el Campamento Torres (gratuito), para poder dormir ahí y subir al otro día para el amanecer.
El sexto y último día nos levantamos cerca de las 6 y comenzamos a subir de noche, con los frontales marcando el rumbo, a medida que el sol comenzaba a asomarse tímidamente por el horizonte. Íbamos como tanta otra gente en busca de la famosa vista de las Torres al amanecer, cuando se tiñen de naranja o rojo gracias a los rayos del sol. El clima siguió ayudando, tardamos alrededor de 45 minutos y llegamos a tiempo, nos posicionamos y a disfrutar. Suena raro pero todo un espectáculo, un pequeño lago con las torres de fondo, que comienzan a variar en su color desde el gris original hasta ese momento mágico en que se tornan rojas, para ir variando a tonalidades anaranjadas antes de regresar a su color original. Todo un acontecimiento aunque suene tan simple, los disfrutamos, hicimos unas cuantas fotos y ya más que satisfechos comenzamos a bajar.
Tuvimos mucha suerte, cuando comenzamos a descender se empezó a nublar y ya no se veían las las torres. Entonces fuimos bajando hasta llegar al mediodía a Hostería las Torres, desde ahí un transfer hasta Laguna Amarga (CLP 1500) y en bus de vuelta a Puerto Natales.
Resumiendo la visita al Parque Nacional me pareció espectacular y más que recomendable, para mi los mejores lugares fueron el Glaciar Grey desde el paso John Gardner, el Valle del Francés y las Torres como regalo final. Igualmente en mi caso el clima fue bueno y eso deja disfrutar más del entorno, además de caminar más rápido y cómodo. Sinceramente los lugares del parque son espectaculares, pero es más que turístico, así que eso tiene sus pro y sus contras. Las cosas a favor, las sendas están perfectamente marcadas, es casi imposible perderse y en caso de pasar algo uno siempre se va a cruzar con gente. Las cosas malas, por la cantidad del público no se puede hacer acampada libre, es obligatorio utilizar los lugares para poner las carpas / tiendas y muchos de ellos son privados. Todos los lugares pagos para las carpas salen entre 3500 y 5000 por un pedazo de tierra y un baño. Estaría de acuerdo con esos precios si la entrada sería más económica, pero cuesta unos 15.000. Además para los que nos gusta estar tranquilos, siempre hay bastantes carpas (menos en el Británico) y sobre todo en la parte de la "W" alguno que pone música, o transita los senderos con su MP3, etc. Pero bueno, cada uno tiene sus manías, y para gustos colores, pero la visita es más que recomendable.
Lo único si a alguien no le sobra tiempo obviaría los primeros dos días de la "O". Ya que los paisajes son buenos pero más comunes en toda Patagonia (cerros, montañas, lagos y ríos) y los lugares para acampar son todos pagos y creo que los peores del circuito. Igualmente en mi caso, acompañó mucho el tiempo y eso influye mucho para disfrutarlo mejor. Con referencia a los mapas, compré uno topográfico y sinceramente no hace falta, no se puede ir fuera de los caminos, que están más que bien marcados. Además con la entrada te dan un pequeño mapa con las distancias y el tiempo que se tarda en recorrer cada tramo, más que útil, ya que es todo lo que uno necesita.
Luego de la visita descansé un día desde en Puerto Natales y desde ahí me fui para El Calafate, en Argentina, a conocer a Glaciar Perito Moreno. Son 6 horas y se da un caso curioso, te lo cobran en ARS 80 o CLP 12.000, conviene pagar en Argentinos por la diferencia, son 20 pesos menos.

martes, 1 de marzo de 2011

Recorriendo el Fin del Mundo

Llegué hasta Ushuaia desde Tolhuin (Minibus Ida ARS 60, una hora), donde pensaba hacer base para comenzar a recorrer los alrededores de la ciudad conocida como del "Fin de Mundo". Además me volvía a juntar unos días con mis amigos y su familia, así que iba a alternar entre actividades tranquilas y más culturales con ellos (que ya habían estado en la cuidad), con algunos trekkings, caminatas, lugares que me interesaban pero que ellos ya conocían y a final también un viaje a la Antártida.
Faro de Les Eclaireurs, Ushuaia, Argentina
Faro de Les Eclaireurs - Ushuaia
La ciudad la verdad es que es muy acogedora y tranquila para recorrerla, no es muy grande y casi todos los comercios están sobre la Calle San Martín o por sus alrededores. Cómo es mi costumbre fui a la oficina de turismo a preguntar varias cosas y comencé a caminarme la ciudad y su periferia. Entre idas y vueltas estuve en la Ushuaia alrededor de dos semanas, cuando la mayoría de la gente no se queda ni cuatro días, así que la publicación va a ser larga. Pero resumiendo estos fueron todos los lugares que conocí y visité:
  • Caminando hasta el Beagle: El primer día como era tarde me fui a caminar, repetí la parte inicial de este recorrido otros días, comenzando por el Pasaje Pedro Luis Figue hasta el Aeroclub, desde donde hay muy buenas vistas de la cuidad agua de por medio. Estuve un rato dando vueltas y sacando fotos por ahí, y bordeando las casas del personal de la Armada Argentina me fui como camino al aeropuero hacia el Beagle, apenas alcancé playa caminé por ahí unos Kms hacia el lado opuesto a la pista (Oeste), tranquilo disfrutando del agua y las aves por unos kms hasta llegué a un hotel y volví. No es nada del otro mundo, pero si el día acompaña no está nada mal para estirar un poco las piernas. Sobre todo la parte hasta el aeroclub por las vistas, una de las veces que fui, me quedé como media hora viendo a un grupo de Gaviotines Sudamericanos que estaban pescando contra la orilla, todo un espectáculo gratuito a cuenta de la madre naturaleza.
  • Cerro y Glaciar Martial: Es una excursión sencilla y barata (acceso gratuito) para hacer si uno tiene medio día libre. Yo fui caminando desde el centro hasta la base del cerro (serán unos 4kms hasta donde comienzan las aerosillas), pero se puede subir en Taxi o creo que hay tours. Una vez ahí se puede tomar la aerosilla, o como hice yo caminar por la pista de esquí. Cuando se llega al final hay dos senderos, uno lleva a un punto panorámico desde donde se ve la ciudad en la altura (la vista suele ser muy buena), y el otro hasta la base del glaciar. Hice los 2, la parte final del camino al glaciar es en pendiente y con algo de piedra suelta, pero se hace de manera sencilla y una vez ante la nieve compactada, se puede trepar algo por las rocas de su costado para tener una mejor visión. Aunque en todo momento se va viendo la cuidad y el Beagle más en altura. Sinceramente si uno espera ver un Glaciar, se puede sentir bastante desilusionado, ya que es muy pequeño y para nada imponente. Pero como decía antes, puede servir para ocupar medio día libre. Yo lo había hecho en total en 3 o 4 horas, lo que me paso al estar bajando, fue algo raro, que me hizo repetir el recorrido de manera más lenta. Resulta que venía subiendo un chico Inglés no vidente, quien no aceptaba recibir ayuda, ni que lo toquen, porque quería hacerlo sólo. Me lo había cruzado a la ida, sobre la pista, le ofrecí ayuda, me saludo y me dijo que no. No sabía como era el recorrido, pero al ver la parte final me pareció una verdadera inconsciencia de su parte, y falta de responsabilidad de los pisteros del lugar que lo dejaron pasar igualmente sin guía. Después me dijeron, que porque "se puso agresivo", pero que "lo venían observando desde abajo". Resulta que cuando lo vi al bajar, casi se desbarranca dos veces y lo venía trayendo como podía una chica, así que me quedé con ellos dándole mi ayuda, más que nada por no tener cargo de conciencia por si se accidentaba. Así que entre subirlo y bajarlo tardé otras 4 horas, no hablaba nada de castellano, por lo que las indicaciones había que dárselas en inglés y otras dos veces casi cae por la pendiente, así que lo tuve que terminar agarrando, aunque no le gustaba nada, y suene poco comprensivo de mi parte, preferí ignorarlo y al menos para no ver una caída adelante mío. Así que resumiendo tardé casi el triple de tiempo y me subí el Martial dos veces, pero vale la anécdota y experiencia.
  • Museo del fin del Mundo (ARS 30): El museo está dividido en dos edificios sobre Av Maipú. El Edificio del Museo del Fin del Mundo y la Antigua Casa de Gobierno. Entre ambos inmuebles se pueden apreciar imágenes que representan a los habitantes originarios de Tierra del fuego, sus primeros pobladores y la historia de la Isla y la cuidad. También había bastante material sobre el hundimiento del Buque Monte Cervantes, en 1930 y llama la atención la escultura de madera que era parte de la proa del barco Duchess of Albany.
  • Antigua Casa Bebán: Cuando la visité compartía con el Museo del Fin del Mundo una exposición temporal sobre el hundimiento del Buque Monte Cervantes. Como mencionaba antes ocurrió en 1930, y fue un hito importante para la historia de la ciudad, que en ese entonces contaba con una población de 800 personas y tuvo que dar refugio a mas de 1400 personas que estaban a bordo, entre pasajeros y tripulación. Para poder hacerlo tuvieron que alojar gente hasta en el presidio, y los reclusos llegaron a donar media ración diaria para los damnificados. En la muestra se pueden ver objetos rescatados del barco y sobre todo bastantes fotografías curiosas, como de pasajeras vistiendo ropas del presidio, etc.
Museo del Presidio y Marítimo, Ushuaia, Tierra del fuego, Argentina
Museo del Presidio y Marítimo - Ushuaia
  • Museo del Presidio y Museo Marítimo de Ushuaia  (ARS 40 para Argentinos, 60 para Extranjeros): Otra de las visitas obligadas, el mejor y más completo museo de la isla. En realidad son varios museos en uno. Utiliza la estructura del viejo penal que funcionó entre 1904 y 1947, en la actualidad de los 5 pabellones uno se ha mantenido original (el histórico) y en otro funciona el Museo del Presidio. Inicialmente fue una cárcel de reincidentes aunque recibió internos de diferentes tipo, desde homicidas hasta presos políticos. A los mismos se les brindaba educación primaria y recibían una paga por los trabajos que realizaban cubriendo las necesidades del penal y de la población local. Entre las tareas que desarrollaban había talleres de carpintería, herrería, zapatería, mecánica, imprenta y por supuesto iban a cortar leña al actual Parque Nacional en el famoso Tren del Presidio. Entre los presos más famosos se encontraban Cayetano Santos Godino, conocido como "El Petiso Orejudo", Simón Radowitzky, un famoso anarquista que mató al jefe de policía Ramón Falcón, Mateo Banks y según dice uno de sus carteles en un cuarto, se supone que Carlos Gardel también estuvo ahí. En el resto de los pabellones (menos el 5 que está sin uso) también funcionan el Museo Marítimo de Ushuaia, el Museo de Arte Marino, el Museo Antártico, y hay una réplica del famoso Faro del Fin del Mundo que se encontraba en la Isla de los Estados. También hay que destacar la llamada Sala de Maquetas, con modelos navales usando la misma escala. Abarca la historia de buques durante los últimos cinco siglos, desde la Carraca Trinidad que utilizó Hernando de Magallanes hasta buques contemporáneos como el rompehielos Almirante Irizar. Es una lugar a visitar más que instructivo e interesante, además presentando DNI o Pasaporte la entrada en válida para dos ingresos en 48 horas, cuestión que aproveché para recorrerlo en su totalidad.
  • Navegando por el Beagle: Hay varias formas de navegar el canal, con varias opciones, precios y recorridos. Yo en mi caso hice una navegación corta de cuatro horas con una pequeña caminata (ARS 180 + 7 de derechos de puerto). Lo bueno es que las embarcaciones que utilizan para este recorrido son pequeñas, y no llevan a más de 20 personas, por lo que podíamos estar todos en cubierta a la vez, viendo y sacando fotos casi sin molestarnos. Salimos de puerto y primero pasamos por Isla Alicia, nos acercamos al Faro de Les Eclaireurs, que fue construido en 1919 y es el símbolo y famosa imagen de la ciudad. Luego pasamos por la isla de los lobos donde vimos Cormoranes de Cuello Negro, Gaviotines Sudamericanos y Lobos Marinos, para visitar después la Isla de los Pájaros donde observamos Cormoranes Reales o Imperiales y algunos Skúas Chilenos carroneando en los alrededores de los nidos. La única vez que pusimos los pies en tierra fue en la Isla Bridges, donde hicimos un pequeño paseo por una zona donde se encuentran Concheros Yámanas, que dicen son los más grandes de la región. Estos concheros son en la actualidad como pequeños pozos, producidos por la zona donde iba la choza, y en sus alrededores el terreno se encuentra elevados por la acumulación de la basura a su alrededor, producida por los restos de comida arrojados al exterior por sus habitantes temporales, en su mayoría cáscaras de mejillones. Al terminar con la caminata volvimos a puerto, en todo momento de navegación nos iban contando cosas o mostraban material relacionado, mientras teníamos servicio de cafetería a bordo para escapar un poco del frío y viento del exterior.
  • Estancia Haberton (Entrada ARS 40 incluye visita al Museo Acatushún y un tour de una hora): Data de 1886, cuando el misionero Thomas Bridges fundó la primer estancia de Tierra del Fuego. Tiene en doce mil hectáreas, las cuales fueran cedidas a su dueño en 1910 durante la presidencia de Julio A. Roca en agradecimiento a su trabajo pionero en el territorio. Dentro de su extensión abarca varias islas, entre ellas la conocida como Martillo que tiene una pingüinera que visitamos al otro día (y comento debajo como otro destino). Hace años que existe una ley estableciendo que todas las islas en territorio Argentino pertenecen al estado y no a particulares, pero lo que sucede es que esta legislación es posterior a la última ley aprobada por Roca en su gestión, la que daba la propiedad a la familia Bridges. La entrada incluye un tour de una hora por las instalaciones y la pequeña reserva de flora creada por Thomas, y el ingreso guiado al Museo Acatushún, que contiene piezas de fauna encontrada muerta en las costas de la isla. Entre las piezas oseas y esqueletos completos destacan los del delfínidos, lobos marinos, ballenas y aves como pingüinos o gaviotas. En la actualidad la estancia sigue siendo propiedad de los herederos de Bridges, que son de familias exclusivamente Británicas y sólo realiza actividades turísticas, no produce, aunque tiene algunas cabezas de ganado y ovinos pero para consumo interno. Está abierta cuatro meses al año y es atendida (Visitas, Museo y confitería) por becarios o pasantes de distintas especialidades, que van a pasar la temporada al lugar para ganar experiencia a cambio de techo y comida. Si, lo comentábamos varios, suena como un buen negocio. Igualmente la visita a esta estancia pionera es muy interesante, por su historia y los paisajes que ofrece hasta llegar al casco de la misma. De camino paramos para ver los árboles bandera, llamados así por como han quedado inclinados debido a la acción del fuerte viento de la zona. También visitamos Puerto Almanza, una pequeña población de pescadores que se encuentra justo frente a Puerto Wiliams, en la Isla Navarino, Chile.
Pingüinos Magallánicos, Isla Martillo, Ushuaia, Argentina
Pingüinos Magallánicos - Isla Martillo
  • Pingüinos en Isla Martillo (ARS 285 + 40 de Entrada a Haberton): Es caro, pero un gusto que nos queríamos dar con mis amigos y su familia, poder ver y caminar entre Pingüinos Magallánicos y Papúa, estas dos especies que habitan en la Isla Martillo. Pueden convivir porque los Papúa suelen anidar cerca de las costa, mientras que los Magallánicos lo hacen tierra adentro. La visita a la Isla dura alrededor de una hora, pero se embarca desde la Estancia Haberton por lo que hay bastante viaje hasta llegar ahí y además para limitar el impacto de los visitantes, sólo se permiten 4 turnos de 20 turistas por día. La experiencia dura alrededor de una hora y es muy buena, sobre todo cuando se va por el interior de la isla entre los nidos de los Magallánicos con sus pichones, y los ve juguetear, hacerse mimos entre ellos y custodiar sus hogares. Papúas (Gentoo en Inglés) quedaban pocos, la mayoría ya se había ido, pero como suele suceder los pichones son más curiosos y divertidos, y andaban corriendo de acá para allá en la orilla. Antes de ir a la Isla Martillo, si uno hace la excursión completa se puede ir antes 40 minutos al museo Acatushún (nosotros habíamos estado el día anterior) y después a la confitería de la estancia. En el recorrido efectúan dos paradas una para ver los árboles bandera, y otra antes de puerto Almanza, para ver la bahía y la ciudad de Puerto Williams del otro lado de la orilla. También está la opción de ir por su cuenta hasta la estancia y desde ahí tomar sólo la lancha para ver los pingüinos, ese sería lo ideal y cuesta ARS 200. En nuestro caso el día anterior no había cupo y cuando volvimos a ir ya no teníamos transporte propio, así que tour completo y a pagar.
Bahía Ensenada, P.N. Tierra del Fuego, Argentina
Bahía Ensenada - P.N. Tierra del Fuego
  • Parque Nacional Tierra del Fuego (Entrada Argentinos ARS 15 o extranjeros 65): Fui dos veces la primera con mi amigo y la familia donde estuvimos principalmente en el sector Lapataia y la segunda por mi cuenta en las camionetas que salen ARS 70 Ida y Vuelta. La primera vez estuvimos tranquilos recorriendo el parque en coche y haciendo las sendas de Lapataia que son más cortas y mejores para recorrer en familia (entre 500m y 1km). También pasamos por Bahía Ensenada, Lago Roca y Laguna Verde. La segunda vez fui más a caminarlo, me bajé en Bahía Berasategui o Ensenada, ahí donde dicen que está la oficina postal más austral del mundo, y comencé a caminar por la senda costera, son 6,5kms y tardé alrededor de 3 horas. De todo lo que hice en el parque para mi es el mejor recorrido, ya que se va alternando entre costa y bosques y da unas vistas muy buenas, además cuando estaba por terminarla escuché el ruido inconfundible de los Pájaros Carpiteros Gigantes, eran dos parejas así que me quedé mirándolos y sacándoles unas fotos por un buen rato. De ahí pasé por el Camping lago Roca y me fui hacia el Norte por el camino el Hito XXIV. Primero subí al cerro Guanaco, quizás lo más exigente del recorrido, son unas 4kms cuesta arriba y apurando el paso para poder ver todo (la última camioneta vuelve a las 19hs y había ido tarde), tardé unas 2hs a la ida y algo más de una hora en bajar. Una vez que llegué a la cima no tuve suerte, a pesar de poder disfrutar de todo el paisaje, y en especial de las vistas de Lapataia, comenzó a nevar un poco y soplar demasiado el viento. Así que volví a bajar y seguí otros 5kms hasta el Hito XXIV, el camino está bien y es algo simbólico ya que se llega hasta la hito que marca la frontera con Chile. Hice las fotos de rigor y volví rápido para tomarme el último servicio hasta Ushuaia. En el Parque Nacional se puede acampar, hay una zona libre por Lapataia y un camping pago y con servicios en el Lago Roca, donde había bastante gente haciendo asados o simplemente pasando el día. De más está en decir que el sitio está más que bien y es una de las visitas obligadas si uno está en Tierra del Fuego.
  • Valle de los Lobos, Laguna Esmeralda y Glaciar Albino: Fui a la zona dos veces, la primera con mis amigos que habían estado alojados ahí hace 10 años, donde estuvimos caminando algo por el valle, viendo a los perros Alaska que crían para trineos y sobre todo hablando bastante tiempo con su dueño, el Gato Curuchet. Diría que es un personaje ilustre de la cuidad, por lo amable y macanudo y además por todas las cosas que ha hecho: Desde ser el primero en criar perros para trineos, recorrer toda la Isla y sus alrededores, ir a la Antártida en velero, etc. Nos quedamos charlando un par de horas de todo un poco y quedé en que al volver a hacer Laguna Esmeralda, le iba a mostrar en un mapa la ruta que quería hacer de trekking. Después me retrasé y cambié planes porque había conseguido un pasaje a la Antártida, así que cuando volví ya no estaba porque había tenido que viajar. Pero pagué los ARS 10 que cobran de entrada y me fui hasta la Laguna Esmeralda y el Glaciar Albino. El camino hasta la laguna lo tienen todo señalizado, y aunque siempre algún turista se confunde y se pierde por al pista de esquí de fondo, es muy fácil de seguir. Hay una opción de entrar sin pagar, pero creo que está mejor contribuir con los 10 Pesos, para que mantengan la senda y te encuentren en caso de perderte, parece cómico, pero todos los días, alguno lo hace. Lo único como es costumbre en la zona, hay que atravesar turbales (en este caso dos), así que está casi garantizado que uno se va a embarrar aunque sea un poco. Los paisajes son muy buenos, siguiendo un arroyo entre valles, bosques, castoreras y turba se llega hasta esta laguna de altura de agua verde azulada. Un muy buen lugar para ir a pasar el día o acampar y hacer noche directamente. Si se quiere se puede seguir bordeando el espejo de agua a mano derecha y el sendero va hasta el Glaciar Albino. La caminata vale la pena, sobre todo al principio (al menos cuando fui), que las castoreras creaban diques de agua turquesa. Una vez que se llega a destino no vale la pena seguir a partir de la base del glaciar, en mi caso caminé un buen rato por las piedras del lado derecho, no por el hielo que no tenía el equipo necesario, pero la vista empeora. En la primer visita al lugar hablando con el Gato conocí a Sergio, con quien arreglé para que me llevé ahí y otros lugares, dejo sus datos de contacto por si son de utilidad: (02901) 414160 o sergiodicaro@hotmail.com
  • Caminata hasta la Estancia Túnel: Es una recorrido sencillo con buenas vistas bordeando el Beagle. En total serán unos 7kms de ida y si uno no quiere caminar hasta la parte industrial de la ciudad se puede tomar el Colectivo "A". Yo tenía todo el día así que lo hice completo. Siempre se va siguiendo la carretera bordeando el mar, se pasa del asfalto a un camino de tierra al cruzar el río Olivia y a los minutos ya se llaga a Playa Larga donde se pueden pasar unas horas, comer, etc. Ya a partir de ahí comienzan los mejores vistas de carretera por bosque bordeando el canal, con el agua a derecha. El camino discurre así unos cuantos kilómetros hasta llegar a la Baliza de Escarpados, donde comienza un sendero, se ingresa por una tranquera, en esta zona la gente suele acampar y hacer picnics o asados, y se sigue menos de una hora por bosque hasta llegar al casco de la Estancia Túnel. Como decía antes una paseo muy agradable entre el bosque y el Beagle, una buena opción para un día libre. Se puede bordear el casco de la estancia y seguir hasta un Río que hay más al Este. O para los más atrevidos, ya con varios días de caminata llegar hasta Haberton.

También desde la ciudad partí para hacer dos trekkings, uno de de 2 días a Paso de la Oveja y Laguna del caminante y otro de 4 hasta el Lago Fagnano por los pasos Bebán y Valdivieso. Además me embarqué desde Ushuaia hacia la Antártida, una experiencia inolvidable, pero que comenté en otra publicación, como se merece este lugar tan maravilloso (Click aquí para leerla).
Desde Ushuaia me fui para Punta Arenas, a seguir recorriendo de la Patagonia, pero esta vez del lado Chileno.