martes, 1 de marzo de 2011

Recorriendo el Fin del Mundo

Llegué hasta Ushuaia desde Tolhuin (Minibus Ida ARS 60, una hora), donde pensaba hacer base para comenzar a recorrer los alrededores de la ciudad conocida como del "Fin de Mundo". Además me volvía a juntar unos días con mis amigos y su familia, así que iba a alternar entre actividades tranquilas y más culturales con ellos (que ya habían estado en la cuidad), con algunos trekkings, caminatas, lugares que me interesaban pero que ellos ya conocían y a final también un viaje a la Antártida.
Faro de Les Eclaireurs, Ushuaia, Argentina
Faro de Les Eclaireurs - Ushuaia
La ciudad la verdad es que es muy acogedora y tranquila para recorrerla, no es muy grande y casi todos los comercios están sobre la Calle San Martín o por sus alrededores. Cómo es mi costumbre fui a la oficina de turismo a preguntar varias cosas y comencé a caminarme la ciudad y su periferia. Entre idas y vueltas estuve en la Ushuaia alrededor de dos semanas, cuando la mayoría de la gente no se queda ni cuatro días, así que la publicación va a ser larga. Pero resumiendo estos fueron todos los lugares que conocí y visité:
  • Caminando hasta el Beagle: El primer día como era tarde me fui a caminar, repetí la parte inicial de este recorrido otros días, comenzando por el Pasaje Pedro Luis Figue hasta el Aeroclub, desde donde hay muy buenas vistas de la cuidad agua de por medio. Estuve un rato dando vueltas y sacando fotos por ahí, y bordeando las casas del personal de la Armada Argentina me fui como camino al aeropuero hacia el Beagle, apenas alcancé playa caminé por ahí unos Kms hacia el lado opuesto a la pista (Oeste), tranquilo disfrutando del agua y las aves por unos kms hasta llegué a un hotel y volví. No es nada del otro mundo, pero si el día acompaña no está nada mal para estirar un poco las piernas. Sobre todo la parte hasta el aeroclub por las vistas, una de las veces que fui, me quedé como media hora viendo a un grupo de Gaviotines Sudamericanos que estaban pescando contra la orilla, todo un espectáculo gratuito a cuenta de la madre naturaleza.
  • Cerro y Glaciar Martial: Es una excursión sencilla y barata (acceso gratuito) para hacer si uno tiene medio día libre. Yo fui caminando desde el centro hasta la base del cerro (serán unos 4kms hasta donde comienzan las aerosillas), pero se puede subir en Taxi o creo que hay tours. Una vez ahí se puede tomar la aerosilla, o como hice yo caminar por la pista de esquí. Cuando se llega al final hay dos senderos, uno lleva a un punto panorámico desde donde se ve la ciudad en la altura (la vista suele ser muy buena), y el otro hasta la base del glaciar. Hice los 2, la parte final del camino al glaciar es en pendiente y con algo de piedra suelta, pero se hace de manera sencilla y una vez ante la nieve compactada, se puede trepar algo por las rocas de su costado para tener una mejor visión. Aunque en todo momento se va viendo la cuidad y el Beagle más en altura. Sinceramente si uno espera ver un Glaciar, se puede sentir bastante desilusionado, ya que es muy pequeño y para nada imponente. Pero como decía antes, puede servir para ocupar medio día libre. Yo lo había hecho en total en 3 o 4 horas, lo que me paso al estar bajando, fue algo raro, que me hizo repetir el recorrido de manera más lenta. Resulta que venía subiendo un chico Inglés no vidente, quien no aceptaba recibir ayuda, ni que lo toquen, porque quería hacerlo sólo. Me lo había cruzado a la ida, sobre la pista, le ofrecí ayuda, me saludo y me dijo que no. No sabía como era el recorrido, pero al ver la parte final me pareció una verdadera inconsciencia de su parte, y falta de responsabilidad de los pisteros del lugar que lo dejaron pasar igualmente sin guía. Después me dijeron, que porque "se puso agresivo", pero que "lo venían observando desde abajo". Resulta que cuando lo vi al bajar, casi se desbarranca dos veces y lo venía trayendo como podía una chica, así que me quedé con ellos dándole mi ayuda, más que nada por no tener cargo de conciencia por si se accidentaba. Así que entre subirlo y bajarlo tardé otras 4 horas, no hablaba nada de castellano, por lo que las indicaciones había que dárselas en inglés y otras dos veces casi cae por la pendiente, así que lo tuve que terminar agarrando, aunque no le gustaba nada, y suene poco comprensivo de mi parte, preferí ignorarlo y al menos para no ver una caída adelante mío. Así que resumiendo tardé casi el triple de tiempo y me subí el Martial dos veces, pero vale la anécdota y experiencia.
  • Museo del fin del Mundo (ARS 30): El museo está dividido en dos edificios sobre Av Maipú. El Edificio del Museo del Fin del Mundo y la Antigua Casa de Gobierno. Entre ambos inmuebles se pueden apreciar imágenes que representan a los habitantes originarios de Tierra del fuego, sus primeros pobladores y la historia de la Isla y la cuidad. También había bastante material sobre el hundimiento del Buque Monte Cervantes, en 1930 y llama la atención la escultura de madera que era parte de la proa del barco Duchess of Albany.
  • Antigua Casa Bebán: Cuando la visité compartía con el Museo del Fin del Mundo una exposición temporal sobre el hundimiento del Buque Monte Cervantes. Como mencionaba antes ocurrió en 1930, y fue un hito importante para la historia de la ciudad, que en ese entonces contaba con una población de 800 personas y tuvo que dar refugio a mas de 1400 personas que estaban a bordo, entre pasajeros y tripulación. Para poder hacerlo tuvieron que alojar gente hasta en el presidio, y los reclusos llegaron a donar media ración diaria para los damnificados. En la muestra se pueden ver objetos rescatados del barco y sobre todo bastantes fotografías curiosas, como de pasajeras vistiendo ropas del presidio, etc.
Museo del Presidio y Marítimo, Ushuaia, Tierra del fuego, Argentina
Museo del Presidio y Marítimo - Ushuaia
  • Museo del Presidio y Museo Marítimo de Ushuaia  (ARS 40 para Argentinos, 60 para Extranjeros): Otra de las visitas obligadas, el mejor y más completo museo de la isla. En realidad son varios museos en uno. Utiliza la estructura del viejo penal que funcionó entre 1904 y 1947, en la actualidad de los 5 pabellones uno se ha mantenido original (el histórico) y en otro funciona el Museo del Presidio. Inicialmente fue una cárcel de reincidentes aunque recibió internos de diferentes tipo, desde homicidas hasta presos políticos. A los mismos se les brindaba educación primaria y recibían una paga por los trabajos que realizaban cubriendo las necesidades del penal y de la población local. Entre las tareas que desarrollaban había talleres de carpintería, herrería, zapatería, mecánica, imprenta y por supuesto iban a cortar leña al actual Parque Nacional en el famoso Tren del Presidio. Entre los presos más famosos se encontraban Cayetano Santos Godino, conocido como "El Petiso Orejudo", Simón Radowitzky, un famoso anarquista que mató al jefe de policía Ramón Falcón, Mateo Banks y según dice uno de sus carteles en un cuarto, se supone que Carlos Gardel también estuvo ahí. En el resto de los pabellones (menos el 5 que está sin uso) también funcionan el Museo Marítimo de Ushuaia, el Museo de Arte Marino, el Museo Antártico, y hay una réplica del famoso Faro del Fin del Mundo que se encontraba en la Isla de los Estados. También hay que destacar la llamada Sala de Maquetas, con modelos navales usando la misma escala. Abarca la historia de buques durante los últimos cinco siglos, desde la Carraca Trinidad que utilizó Hernando de Magallanes hasta buques contemporáneos como el rompehielos Almirante Irizar. Es una lugar a visitar más que instructivo e interesante, además presentando DNI o Pasaporte la entrada en válida para dos ingresos en 48 horas, cuestión que aproveché para recorrerlo en su totalidad.
  • Navegando por el Beagle: Hay varias formas de navegar el canal, con varias opciones, precios y recorridos. Yo en mi caso hice una navegación corta de cuatro horas con una pequeña caminata (ARS 180 + 7 de derechos de puerto). Lo bueno es que las embarcaciones que utilizan para este recorrido son pequeñas, y no llevan a más de 20 personas, por lo que podíamos estar todos en cubierta a la vez, viendo y sacando fotos casi sin molestarnos. Salimos de puerto y primero pasamos por Isla Alicia, nos acercamos al Faro de Les Eclaireurs, que fue construido en 1919 y es el símbolo y famosa imagen de la ciudad. Luego pasamos por la isla de los lobos donde vimos Cormoranes de Cuello Negro, Gaviotines Sudamericanos y Lobos Marinos, para visitar después la Isla de los Pájaros donde observamos Cormoranes Reales o Imperiales y algunos Skúas Chilenos carroneando en los alrededores de los nidos. La única vez que pusimos los pies en tierra fue en la Isla Bridges, donde hicimos un pequeño paseo por una zona donde se encuentran Concheros Yámanas, que dicen son los más grandes de la región. Estos concheros son en la actualidad como pequeños pozos, producidos por la zona donde iba la choza, y en sus alrededores el terreno se encuentra elevados por la acumulación de la basura a su alrededor, producida por los restos de comida arrojados al exterior por sus habitantes temporales, en su mayoría cáscaras de mejillones. Al terminar con la caminata volvimos a puerto, en todo momento de navegación nos iban contando cosas o mostraban material relacionado, mientras teníamos servicio de cafetería a bordo para escapar un poco del frío y viento del exterior.
  • Estancia Haberton (Entrada ARS 40 incluye visita al Museo Acatushún y un tour de una hora): Data de 1886, cuando el misionero Thomas Bridges fundó la primer estancia de Tierra del Fuego. Tiene en doce mil hectáreas, las cuales fueran cedidas a su dueño en 1910 durante la presidencia de Julio A. Roca en agradecimiento a su trabajo pionero en el territorio. Dentro de su extensión abarca varias islas, entre ellas la conocida como Martillo que tiene una pingüinera que visitamos al otro día (y comento debajo como otro destino). Hace años que existe una ley estableciendo que todas las islas en territorio Argentino pertenecen al estado y no a particulares, pero lo que sucede es que esta legislación es posterior a la última ley aprobada por Roca en su gestión, la que daba la propiedad a la familia Bridges. La entrada incluye un tour de una hora por las instalaciones y la pequeña reserva de flora creada por Thomas, y el ingreso guiado al Museo Acatushún, que contiene piezas de fauna encontrada muerta en las costas de la isla. Entre las piezas oseas y esqueletos completos destacan los del delfínidos, lobos marinos, ballenas y aves como pingüinos o gaviotas. En la actualidad la estancia sigue siendo propiedad de los herederos de Bridges, que son de familias exclusivamente Británicas y sólo realiza actividades turísticas, no produce, aunque tiene algunas cabezas de ganado y ovinos pero para consumo interno. Está abierta cuatro meses al año y es atendida (Visitas, Museo y confitería) por becarios o pasantes de distintas especialidades, que van a pasar la temporada al lugar para ganar experiencia a cambio de techo y comida. Si, lo comentábamos varios, suena como un buen negocio. Igualmente la visita a esta estancia pionera es muy interesante, por su historia y los paisajes que ofrece hasta llegar al casco de la misma. De camino paramos para ver los árboles bandera, llamados así por como han quedado inclinados debido a la acción del fuerte viento de la zona. También visitamos Puerto Almanza, una pequeña población de pescadores que se encuentra justo frente a Puerto Wiliams, en la Isla Navarino, Chile.
Pingüinos Magallánicos, Isla Martillo, Ushuaia, Argentina
Pingüinos Magallánicos - Isla Martillo
  • Pingüinos en Isla Martillo (ARS 285 + 40 de Entrada a Haberton): Es caro, pero un gusto que nos queríamos dar con mis amigos y su familia, poder ver y caminar entre Pingüinos Magallánicos y Papúa, estas dos especies que habitan en la Isla Martillo. Pueden convivir porque los Papúa suelen anidar cerca de las costa, mientras que los Magallánicos lo hacen tierra adentro. La visita a la Isla dura alrededor de una hora, pero se embarca desde la Estancia Haberton por lo que hay bastante viaje hasta llegar ahí y además para limitar el impacto de los visitantes, sólo se permiten 4 turnos de 20 turistas por día. La experiencia dura alrededor de una hora y es muy buena, sobre todo cuando se va por el interior de la isla entre los nidos de los Magallánicos con sus pichones, y los ve juguetear, hacerse mimos entre ellos y custodiar sus hogares. Papúas (Gentoo en Inglés) quedaban pocos, la mayoría ya se había ido, pero como suele suceder los pichones son más curiosos y divertidos, y andaban corriendo de acá para allá en la orilla. Antes de ir a la Isla Martillo, si uno hace la excursión completa se puede ir antes 40 minutos al museo Acatushún (nosotros habíamos estado el día anterior) y después a la confitería de la estancia. En el recorrido efectúan dos paradas una para ver los árboles bandera, y otra antes de puerto Almanza, para ver la bahía y la ciudad de Puerto Williams del otro lado de la orilla. También está la opción de ir por su cuenta hasta la estancia y desde ahí tomar sólo la lancha para ver los pingüinos, ese sería lo ideal y cuesta ARS 200. En nuestro caso el día anterior no había cupo y cuando volvimos a ir ya no teníamos transporte propio, así que tour completo y a pagar.
Bahía Ensenada, P.N. Tierra del Fuego, Argentina
Bahía Ensenada - P.N. Tierra del Fuego
  • Parque Nacional Tierra del Fuego (Entrada Argentinos ARS 15 o extranjeros 65): Fui dos veces la primera con mi amigo y la familia donde estuvimos principalmente en el sector Lapataia y la segunda por mi cuenta en las camionetas que salen ARS 70 Ida y Vuelta. La primera vez estuvimos tranquilos recorriendo el parque en coche y haciendo las sendas de Lapataia que son más cortas y mejores para recorrer en familia (entre 500m y 1km). También pasamos por Bahía Ensenada, Lago Roca y Laguna Verde. La segunda vez fui más a caminarlo, me bajé en Bahía Berasategui o Ensenada, ahí donde dicen que está la oficina postal más austral del mundo, y comencé a caminar por la senda costera, son 6,5kms y tardé alrededor de 3 horas. De todo lo que hice en el parque para mi es el mejor recorrido, ya que se va alternando entre costa y bosques y da unas vistas muy buenas, además cuando estaba por terminarla escuché el ruido inconfundible de los Pájaros Carpiteros Gigantes, eran dos parejas así que me quedé mirándolos y sacándoles unas fotos por un buen rato. De ahí pasé por el Camping lago Roca y me fui hacia el Norte por el camino el Hito XXIV. Primero subí al cerro Guanaco, quizás lo más exigente del recorrido, son unas 4kms cuesta arriba y apurando el paso para poder ver todo (la última camioneta vuelve a las 19hs y había ido tarde), tardé unas 2hs a la ida y algo más de una hora en bajar. Una vez que llegué a la cima no tuve suerte, a pesar de poder disfrutar de todo el paisaje, y en especial de las vistas de Lapataia, comenzó a nevar un poco y soplar demasiado el viento. Así que volví a bajar y seguí otros 5kms hasta el Hito XXIV, el camino está bien y es algo simbólico ya que se llega hasta la hito que marca la frontera con Chile. Hice las fotos de rigor y volví rápido para tomarme el último servicio hasta Ushuaia. En el Parque Nacional se puede acampar, hay una zona libre por Lapataia y un camping pago y con servicios en el Lago Roca, donde había bastante gente haciendo asados o simplemente pasando el día. De más está en decir que el sitio está más que bien y es una de las visitas obligadas si uno está en Tierra del Fuego.
  • Valle de los Lobos, Laguna Esmeralda y Glaciar Albino: Fui a la zona dos veces, la primera con mis amigos que habían estado alojados ahí hace 10 años, donde estuvimos caminando algo por el valle, viendo a los perros Alaska que crían para trineos y sobre todo hablando bastante tiempo con su dueño, el Gato Curuchet. Diría que es un personaje ilustre de la cuidad, por lo amable y macanudo y además por todas las cosas que ha hecho: Desde ser el primero en criar perros para trineos, recorrer toda la Isla y sus alrededores, ir a la Antártida en velero, etc. Nos quedamos charlando un par de horas de todo un poco y quedé en que al volver a hacer Laguna Esmeralda, le iba a mostrar en un mapa la ruta que quería hacer de trekking. Después me retrasé y cambié planes porque había conseguido un pasaje a la Antártida, así que cuando volví ya no estaba porque había tenido que viajar. Pero pagué los ARS 10 que cobran de entrada y me fui hasta la Laguna Esmeralda y el Glaciar Albino. El camino hasta la laguna lo tienen todo señalizado, y aunque siempre algún turista se confunde y se pierde por al pista de esquí de fondo, es muy fácil de seguir. Hay una opción de entrar sin pagar, pero creo que está mejor contribuir con los 10 Pesos, para que mantengan la senda y te encuentren en caso de perderte, parece cómico, pero todos los días, alguno lo hace. Lo único como es costumbre en la zona, hay que atravesar turbales (en este caso dos), así que está casi garantizado que uno se va a embarrar aunque sea un poco. Los paisajes son muy buenos, siguiendo un arroyo entre valles, bosques, castoreras y turba se llega hasta esta laguna de altura de agua verde azulada. Un muy buen lugar para ir a pasar el día o acampar y hacer noche directamente. Si se quiere se puede seguir bordeando el espejo de agua a mano derecha y el sendero va hasta el Glaciar Albino. La caminata vale la pena, sobre todo al principio (al menos cuando fui), que las castoreras creaban diques de agua turquesa. Una vez que se llega a destino no vale la pena seguir a partir de la base del glaciar, en mi caso caminé un buen rato por las piedras del lado derecho, no por el hielo que no tenía el equipo necesario, pero la vista empeora. En la primer visita al lugar hablando con el Gato conocí a Sergio, con quien arreglé para que me llevé ahí y otros lugares, dejo sus datos de contacto por si son de utilidad: (02901) 414160 o sergiodicaro@hotmail.com
  • Caminata hasta la Estancia Túnel: Es una recorrido sencillo con buenas vistas bordeando el Beagle. En total serán unos 7kms de ida y si uno no quiere caminar hasta la parte industrial de la ciudad se puede tomar el Colectivo "A". Yo tenía todo el día así que lo hice completo. Siempre se va siguiendo la carretera bordeando el mar, se pasa del asfalto a un camino de tierra al cruzar el río Olivia y a los minutos ya se llaga a Playa Larga donde se pueden pasar unas horas, comer, etc. Ya a partir de ahí comienzan los mejores vistas de carretera por bosque bordeando el canal, con el agua a derecha. El camino discurre así unos cuantos kilómetros hasta llegar a la Baliza de Escarpados, donde comienza un sendero, se ingresa por una tranquera, en esta zona la gente suele acampar y hacer picnics o asados, y se sigue menos de una hora por bosque hasta llegar al casco de la Estancia Túnel. Como decía antes una paseo muy agradable entre el bosque y el Beagle, una buena opción para un día libre. Se puede bordear el casco de la estancia y seguir hasta un Río que hay más al Este. O para los más atrevidos, ya con varios días de caminata llegar hasta Haberton.

También desde la ciudad partí para hacer dos trekkings, uno de de 2 días a Paso de la Oveja y Laguna del caminante y otro de 4 hasta el Lago Fagnano por los pasos Bebán y Valdivieso. Además me embarqué desde Ushuaia hacia la Antártida, una experiencia inolvidable, pero que comenté en otra publicación, como se merece este lugar tan maravilloso (Click aquí para leerla).
Desde Ushuaia me fui para Punta Arenas, a seguir recorriendo de la Patagonia, pero esta vez del lado Chileno.

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